ADEMÁS DE SER INODORO ES DE UN ALTO PODER FERTILIZANTE.

Tras tres años de investigaciones, la firma valenciana Granja San Ramón presenta Bonora, el primer abono orgánico amigo del medio ambiente y que, además, es el primero que no huele.
Fruto del tratamiento de los residuos de la industria ganadera no sólo es 100% orgánico y ecológico, sino que también evita emisiones contaminantes al medio ambiente. Es perfecto para su uso en huertos urbanos ya que no huele, no contiene elementos químicos y a su alto contenido en nitratos y sales minerales.

Gracias a los residuos de sus propias vacas, esta granja ha desarrollado el primer fertilizante del mercado sin aditivos químicos, totalmente orgánico y con alto poder fertilizante. Además, este nuevo abono tiene un impacto cero sobre su entorno ya que es fruto de la tercera etapa del proceso de tratamiento de residuos que tiene en marcha esta granja de Requena, una de las más grandes de España.

El consejero delegado de la compañía, José Antonio Moreno, explica que “fuimos los primeros en dar un paso al frente en la reducción de emisiones de CO2 al construir una planta de biogás en nuestra propia instalación, lo que nos permite tratar y convertir en energía el estiércol de nuestras 2.300 cabezas de ganado. Ahora, además, utilizamos también el subproducto obtenido de la planta para convertirlo en fertilizante, cerrando el círculo al completo aprovechamiento de nuestros recursos, sin generar residuos”.

Y es que, el de San Ramón, es el primer fertilizante del mercado que se obtiene por descomposición anaeróbica (ya que procede del tratamiento del estiércol en la planta de biogás) y que carece de olor. “Cuando transformamos el estiércol en energía todavía quedaba un subproducto conocido como ‘digestato’. Tras años de investigaciones hemos logrado desarrollar un proceso para convertir estos restos en un producto de valor añadido que, además, gracias al proceso de higienización y desinfección del sustrato, no tiene olor”, destaca Moreno.

El fertilizante incorpora un alto contenido mineral, sales y nitratos. Tal y como explican, el sustrato fertilizado, además de proporcionar los principales nutrientes (nitrógeno, fósforo o potasio), comprende un alto contenido en materia orgánica. Esta materia se transforma en ácidos húmicos que completan las necesidades nutritivas de la planta. Entre los efectos que el sustrato produce sobre la planta destaca el aumento del color y del brillo, el fortalecimiento de las raíces o la resistencia a plagas y enfermedades.