LOS PROMOTORES DE LA INICIATIVA EXPORTAN LA PRODUCCIÓN A EUROPA.

En Canarias sabemos de su consumo, pero nada comparado a la presencia en la cocina y gastronomía de América del Sur. Aquí, la pimienta de la “p de la madre”, como es conocida, es la esencia de mojos y aderezos de algunos platos. Es por ello que su cultivo no cuenta en Canarias con grandes extensiones.
Sin embargo, la iniciativa de su cultivo que se ha puesto en marcha en Lanzarote, exporta los chiles a buena parte de Europa. Sus autores son Josefina y Niko, una pareja de Alemania dedicada al comercio justo y a la agricultura ecológica desde hace tiempo.

El agricultor que los cultiva es José María Guerra, propietario de la Finca La Sarantontona, ubicada en Muñique, que dispone de las condiciones necesarias para cultivar estos chiles. El resto lo hacen el viento y el clima seco que les proporciona un sabor intenso.

Además del cultivo y la recolección, lo que garantiza la máxima calidad y esencia de estas pimientas cuando llegan a Europa, es el proceso de liofilización, que consiste en el secado a través de la congelación, y que permite preservar su sabor y aroma.

El resto lo hace la excelente presentación del producto en dos envases diferentes que permiten su comercio en cualquier parte del mundo, a través de su web “the love of chilies”.

De hecho, en el sitio web, Josefina y Niko, hacen mención de cómo uno de los cafés más céntricos de Berlín, el “Café am Neuen See” sirve unas pizzas “deliciosamente crujientes” aderezadas con estos chiles de Lanzarote, lo que poéticamente viene a definir como “porciones de lava cargadas de calor”.