SE DEBE A UNA MAYOR CONCENTRACIÓN DE CAROTENOS.

El principal componente de las verduras en general es el agua, que supone hasta un 80%. Este dato revela el gran poder de hidratación de este tipo de alimentos que incluso contienen una importante cantidad de fibra, muy beneficiosa para el tránsito intestinal.

Las verduras resultan más saludables cuanto más oscuras son. Ello se debe fundamentalmente a que son una fuente de primera categoría de algunas vitaminas liposolubles, sobre todo de carotenos. También aportan antioxidantes como el ácido fólico y la luteína y minerales como el calcio y el hierro.

Está demostrado que el consumo de verduras, sobre todo las de hoja verde, previene de una serie de problemas que pueden degenerar en graves enfermedades como la hipertensión, el colesterol o la hinchazón de vientre y extremidades.

Además, verduras como el brécol o brócoli ayudan a destruir toxinas y carcinógenos del organismo y colabora con el sistema inmunitario a destruir la bacteria “helicobacter pilori” que anida en nuestros órganos.

El selenio que contiene la cebolla, el puerro y el ajo podría ser el causante de la desaparición de gérmenes patógenos y células cancerígenas al acecho. Algunos científicos atribuyen a la coliflor, la col y el rábano propiedades anticancerígenas y elementos resistentes a los virus.Berenjena

Por todo ello, se considera a las verduras como el botiquín de la cocina. Su consumo diario es más que recomendable, sobre todo para combatir la vida sedentaria y estresante de la sociedad occidental.

Recientemente, un equipo de investigadores del Instituto de Conservación y Mejora de la Agrodiversidad de Valencia, ha anunciado haber obtenido en el laboratorio nuevas variedades de berenjenas con propiedades que resultan beneficiosas para la salud.

Las altas propiedades nutritivas de esta variedad de berenjena se deben a una mayor concentración en polifenoles, hasta 800 miligramos por kilo cuando los niveles medios oscilan entre los 300 y los 400 miligramos.

Esta concentración de polifenoles influye en el retraso del envejecimiento, ayuda a controlar la hipertensión, a reducir los niveles de colesterol en sangre y a prevenir determinados tipos de cáncer.