AgroaldeaOS TÉCNICOS RECONOCEN QUE ES “IMPENSABLE” ACABAR CON ESTE INSECTO.
La plaga de tuta absoluta que afecta a los cultivos de tomate de la isla de Ibiza no podrá ser erradicada y, de hecho, los técnicos del Consell Insular han desistido en la lucha por su erradicación.
El jefe de la sección de Agricultura del Consell, Javier Pablos, afirmó que “tendremos que aprender a convivir con este insecto el resto de nuestra vida”. Los cultivos de tomate insulares están afectados en su totalidad por esta plaga desde que llegara a la isla hace algunos años.
Pablos señaló que “dentro de unos pocos años esta plaga habrá adquirido un cierto equilibrio con su entorno y será una plaga más, pero es impensable erradicarla”. Al no tener enemigos naturales, este insecto ataca de forma muy violenta a los cultivos.
Los tratamientos que se están empleando para combatir la tuta consisten básicamente en productos químicos. Pero desde el Consell se restán planteando la utilización de un producto biológico que reduzcan el uso de plaguicidas que son intensivos.
En Es Canar se encuentra la finca donde, a principios de mes de julio de 2007, se detectó la plaga y que rápidamente se extendió por el invernadero donde un agricultor tenía plantadas más de ocho mil tomateras.
Andrés Alonso, director técnico de la Cooperativa Agroeivissa, afirmó que “en toda la isla se han instalado más de 500 trampas destinadas a eliminar esta larva, sin mucho resultado ya que ha logrado convertirse en plaga”.
Desde la aparición de la tuta absoluta se ha multiplicado por cinco el número de tomates descartados para la venta, lo que significa que un 20 por ciento de los tomates que llegan a la cooperativa están afectados por la plaga.
La Tuta Absoluta o polilla del tomate.
Es un pequeño lepidóptero de la familia Gelechidae que procede de sudamérica. Los principales huéspedes son tomates y papas, así como otras especies de solanáceas silvestres o cultivadas como la berenjena.
Esta plaga tiene un elevado potencial reproductivo, pudiendo alcanzar de 10 a 12 generaciones al año. Los adultos son de hábitos nocturnos y normalmente se esconden entre el follaje durante el día. Las hembras hacen las puestas de huevos sobre la parte aérea de las plantas.
Después de pasar por 4 estados larvarios, las larvas pupan en el suelo, sobre la superficie de las hojas o incluso dentro de las galerías, dependiendo de las condiciones ambientales. Al eclosionar los huevos, las larvas neonatas penetran en los frutos de tomate, en las hojas o en los tallos de los que se alimentan creando perforaciones y galerías. Los frutos pueden ser atacados desde su formación, pudiendo originar su podredumbre posterior por patógenos secundarios.
Sobre las hojas, las larvas se alimentan únicamente del tejido del mesófilo, dejando la epidermis intacta. Las minas son irregulares y posteriormente se necrosan. Las galerías sobre el tallo alteran el desarrollo general de las plantas afectadas.
La plaga puede afectar a las plantas de tomate en cualquier estadío de su desarrollo, desde semillero hasta plantas adultas, aunque las larvas prefieren atacar las yemas apicales, flores o frutos recién cuajados. Esto permite una rápida observación de los síntomas en campo.
Para el control de la plaga se están desarrollando diversas estrategias de Control Integrado de Plagas, combinando el uso de feromonas sintéticas para el seguimiento de poblaciones, con tratamientos fitosanitarios en los momentos adecuados.
Como medidas culturales se recomienda arrancar y destruir todo el material afectado, así como los restos post cosecha del cultivo, rotación con cultivos que no sean solanáceas, etc. También es recomendable efectuar un seguimiento y eliminación de otras plantas huésped que pudieran albergar a la plaga, especialmente de las especies silvestres que son sensibles a su ataque.