granadas_campo_de_elcheLA REGIÓN DE MURCIA LA FOMENTA POR SU POTENCIAL DE VENTA EN EL MERCADO Y COMO SALIDA TRAS LAS PÉRDIDAS DEL TOMATE.

La superficie plantada se ha multiplicado por tres y se espera que siga creciendo a ritmo de 50 hectáreas al año en esta Región.

La granada está de moda en la alimentación desde que se conocieron y divulgaron sus extraordinarias propiedades beneficiosas para la salud.

Sus componentes antioxidantes, unidos a los que ayudan a la prevención de algunos tipos de cánceres, entre otras muchas cosas, han hecho que su venta, especialmente en zumos, se haya disparado en Estados Unidos, Inglaterra y en toda Europa. Con este avance en el consumo era de esperar que pronto hiciera falta más producción.

En la Región de Murcia poco a poco va creciendo la superficie cultivada y los datos de la consejería de Agricultura confirman que se trata de un cultivo en crecimiento y que son muchos los agricultores murcianos que han decidido cambiar otros productos por este fruto rojo que históricamente ha sido residual en la Región, mientras que su producción se ha concentrado en la Comunidad Valenciana y especialmente en la provincia de Alicante.

La propia consejería de Agricultura anima a los agricultores a cambiar a esta fruta, especialmente a aquellos afectados por el descenso de las ventas del tomate –tras el varapalo sufrido desde la eliminación de las restricciones al tomate marroquí en la Unión Europea–. En reuniones de orientación para mejorar su situación, la granada acaba saliendo siempre.

El director general de Industria Agroalimentaria y Capacitación Agraria, Ángel García Lidón, confirma esta tendencia. Según sus datos, la superficie cultivada ha crecido un 346% desde el año 2004.

Oficialmente, Agricultura tiene censadas 200 hectáreas, aunque la percepción es que ya son unas trescientas las que realmente se dedican a la producción de esta fruta. «Tenemos que actualizar los datos, pero la estimación es de trescientas hectáreas y que en el último año se habrá crecido en unas cincuenta o sesenta hectáreas, la mayoría de ellas en Mazarrón», indica García Lidón, que prevé que a lo largo de los próximos años el cultivo vaya creciendo a un ritmo de cincuenta hectáreas el año.

A pesar de este interés y aumento progresivo, la producción en la Región es casi anecdótica, ya que se recogen unas 900 toneladas al año frente a las 35.000 de todo el país. Y el noventa por ciento de todas esas toneladas se producen en Alicante.

Mazarrón, Águilas, Totana, Alhama, Lorca, Fortuna, Abanilla y Fuente Álamo son los municipios en los que se está extendiendo este cultivo. Pero especialmente es en las áreas costeras donde tiene mejores resultados.

«La granada es un fruto que tiene muy poca necesidad de agua y que se adapta muy bien a los suelos salinos y al riego con agua con salinidad, por lo que es un cultivo ideal para la Región», argumenta García Lidón.

El problema que suele tener la granada son las rozaduras y marcas provocadas por el efecto del viento y el sol. Para evitar esto, en Mazarrón están utilizando mallas para protegerlas de estos efectos. Otra particularidad de la granada en estas zonas es que la recolección puede adelantarse y, de esta manera, tomar ventaja con respecto a la producción de Alicante.

«Hay una industria creciente en torno a la granada, no solo el zumo, sino también para los alimentos de cuarta gama», apunta García Lidón. En la provincia de Alicante hay empresas con máquinas que gracias a una nueva tecnología son capaces de desgranar la granada para poder venderla en el supermercado directamente pelada y que sea más fácil de comer.

Este ha sido precisamente el inconveniente con el que ha chocado el consumo de la granada. Se trata de un fruto complicado, que mancha las manos y que requiere un tiempo antes de poder comerlo.
Sin embargo, los zumos y los productos de cuarta gama parece que van a acabar con esta especie de olvido de la vida cotidiana al que estaban condenadas.