Sus creadores, investigadores de la prestigiosa Universidad de Uppsala, Suecia, afirman que la eficiencia de su prototipo es similar a la de las tradicionales baterías de litio.
Las alternativas ecológicas para sustituir al litio están empezando a ser una realidad como materia prima factible para fabricar baterías ‘eco-amigables’. Si hace unas semanas era noticia la perovskita como posible sustituto del silicio para la tecnología fotovoltaica, ahora conocemos que la alfalfa y la resina de pino podrían revolucionar también las baterías.
Sin embargo, en términos relativos, las baterías de ion litio no son tan contaminantes como pudiera parecer. Al menos, si consideramos que sirven como apoyo para guardar energía recolectada mediante fuentes renovables, como por ejemplo la energía solar.
Eso sí, si queremos tender hacia una energía más verde y sostenible, que pueda considerarse biodegradable en tu totalidad, hay que buscar otras soluciones, como ésta que acaba de presentarse: una batería fabricada con alfalfa y resina.
Si las baterías de litio son eficientes y provocan una serie de problemas medioambientales, el nuevo invento no lo es menos, pero no contamina, e incluso es biodegradable, por lo que su reciclaje es fácil e incluso innecesario. Es más, su fabricación mediante el uso de semillas de alfalfa y resina de pino la convierten en un descubrimiento que puede transformar el almacenamiento de energía.
Sus creadores, investigadores de la prestigiosa Universidad de Uppsala, en Suecia, afirman que la eficiencia de su prototipo es similar a la de las tradicionales baterías de litio, cuyos detalles serán explicados en la próxima edición de la revista científica ChemSusChem.
Daniel Brandell, líder de la investigación, afirma que el descubrimiento “puede abrir la puerta a nuevas soluciones que sumen eficiencia energética y respeto al medio ambiente, pues así han de ser las baterías del futuro”.
Por lo pronto, la batería es una alternativa en sí misma. Quizá un ejemplo de lo que se espera en baterías verdes, que buscan acabar con la contaminación generada por las baterías de litio actuales que, además son difíciles de reciclar (algunos de sus componentes son imposibles) y tampoco pueden fabricarse eternamente, pues la materia prima es limitada.
El nuevo concepto que propone esta batería se basa en su fácil reciclaje y en el material orgánico con el que se fabrica. No sólo es renovable, sino que además puede alcanzar la eficiencia de las baterías de litio que se comercializan a día de hoy.
Se consigue gracias a sus componentes, biomateriales orgánicos renovables obtenidos a partir de resina de alfalfa y pino, y en cuanto a su reciclaje, éste se ha pensado realizar de un modo sostenible, pues se requeriría un nivel bajo de energía y se emplearía sólo etanol y agua. Es decir, gracias a un proceso sencillo de bajo impacto podría ser reutilizada.
Además, los científicos han demostrado que una batería de litio agotada puede volver a la vida añadiendo biomaterial, lo que convierte esta solución ecológica es “potencialmente muy rentable”, según Brandell.
Los investigadores se han centrado en la mejora de su rendimiento, ya que consideran que el planteamiento es inmejorable al suponer una alternativa a las baterías creadas con materiales inorgánicos no renovables.
Por ahora, las baterías recicladas a partir de baterías de litio recuperadas mezclándolas con semillas de alfalfa lograron hasta el 99 por ciento de eficiencia con respecto a la original.