100_4332La Asociación de Distribuidores de Papas (ADIPA) de Gran Canaria ha mostrado sus sospechas respecto a que se puede estar produciendo un fraude en la solicitud de la subvención para la importación de papa de semilla con cargo al Régimen Específico de Abastecimiento (REA), pues entiende que hay personas que se pueden estar beneficiando sin tener derecho a estas ayudas.

La Asociación recuerda que el REA contempla una ayuda específica para la importación de semilla de papa, destinada “única y exclusivamente” a la siembra, a razón de 97 euros por cada tonelada y con un montante anual de 600.000 euros para todo el Archipiélago.

Según los datos de que dispone ADIPA, en Canarias se plantan entre 5,5 y 5,7 millones de kilos anuales, si bien en 2013 se importaron 8 millones. Se trata de una diferencia de unas 2.300 toneladas con un valor estimado de 223.100 euros en subvenciones al año, aclara.

Los distribuidores aseguran que han detectado una importación “extraordinaria” de semillas de papas que ha ido aumentando en los últimos años, de tal manera que mientras en 2012 el montante total de 600.000 euros anuales se cubría el 28 de diciembre, en 2013 se agotó el 20 de diciembre y en este año 2014 se cerró el cupo el 5 de diciembre.

La Asociación ha puesto la situación en conocimiento de la Consejería de Agricultura del Gobierno de Canarias para que se investigue, junto a la Consejería de Economía y Hacienda, el destino de las semillas que se están importando con cargo a la subvención para siembra y que puede estar suponiendo “un claro caso de competencia desleal frente al resto de distribuidores”.

“Nos tememos que estas papas, importadas como semillas para plantar, están teniendo un uso distinto, pasando directamente a la distribución y comercialización, una vez peladas o tratadas. Este destino irregular de la papa de siembra explicaría, por ejemplo, los bajos precios que encontramos en determinadas ofertas de papas de consumo”, explicó el presidente de ADIPA, Juan Luis Pulido.

LAS CIFRAS NO CUADRAN

Dado que el montante total de 600.000 euros anuales de subvención cubre la importación de algo más de 6,1 millones de kilos, casi 2 millones de kilos que se importan, y sí se destinan a la siembra, no pueden beneficiarse del subsidio, con lo que “no sólo se está aprovechando alguien a quien no le pertenece la ayuda, sino que se está perjudicando a quien sí destina la semilla de papa a la siembra que es lo que contempla la normativa”, advierte Pulido.

Desde ADIPA se destaca, además, que el consumo de papas en Canarias ronda los 140 ó 150 millones de kilos al año. De ese total, el 70% son papas importadas, mientras que sólo el 30% corresponde a producción local, señalan.

“Si se importan 8 millones de kilos de semilla, junto a las papas de siembra que se reservan de cada cosecha, Canarias produciría alrededor de 120 millones de kilos con lo que sólo tendría que importar otros 20 o 30 millones para abastecerse y todos sabemos que esa no es la realidad de las Islas”, agregó Pulido.

ADIPA sostiene que “las cifras no cuadran”, lo que “pone en evidencia que se está produciendo alguna irregularidad grave en la gestión de la subvenciones”, por lo que espera que el Gobierno de Canarias esclarezca “cuanto antes” la situación y se corrija el perjuicio que se produce a distribuidores y agricultores de las islas.