Agricultura tradicional Tejeda.El documento no atiende “a la realidad” y beneficia más al paisaje que a las personas, declaran.

El ayuntamiento de Tejeda denuncia que la revisión del Plan Insular de Ordenación (PIO), en trámite, “penaliza el uso agrícola y ganadero frente al natural” e impide ordenar dotaciones básicas en los asentamientos rurales y núcleos urbanos.

Una vez más, se legisla contra las actividades productivas tradicionales “en beneficio de usos naturales o paisajísticos, como si fuesen incompatibles”. Así resume el ayuntamiento de Tejeda lo que supondría la adaptación del PIO vigente, si no se modifica el documento que el Cabildo ha aprobado inicialmente y sometido a información pública.

En las alegaciones presentadas, el ayuntamiento denuncia que ese nuevo PIO «no delimita ninguna zona D.2 en torno a los asentamientos y núcleos urbanos ni en los espacios intersticiales de los mismos» que permitan ordenar dotaciones y equipamientos precisos y de los que ahora se carece, compactar esos barrios o corregir errores en su delimitación.

La modificación “limita el uso agrícola, incluso más” que el PIO actual, “con una manifiesta voluntad de primar los usos naturales” sobre los agrarios en un municipio en gran parte integrado en el Parque Rural del Nublo.

El Plan, dice el escrito registrado ante el Cabildo, “penaliza el uso agrícola frente al natural, impidiendo su coexistencia”, hasta el punto de que establece que antiguas parcelas agrícolas no cultivadas se destinen a restauración ambiental y repoblación forestal.

La nueva regulación establece “muchas limitaciones a los usos primarios que dificultan” la coexistencia “al primar los valores naturales y paisajísticos frente a los rurales y usos económicos tradicionales”.

Todo esto, lamentan las alegaciones tejedenses, va en detrimento de una población que “tiene derecho a un progreso socioeconómico que se le niega” “limitando las actividades productivas tradicionales” cuando “es uno de los medios para evitar la pérdida de población”.

Las alegaciones explican que en varias categorías de la zona B los usos agrícolas y ganaderos son incompatibles, a veces en función del grado de antropización, mientras que el uso agroforestal es compatible en toda la zona, sin distinción.

La reclasificación de suelos agrícolas, nuevos límites a sus pendientes y la conclusión de que los que no se han plantado durante 30 años carecen de potencialidad productiva, son otras críticas.

También lamenta que los planos digitales “no permiten apreciar debidamente distintos particulares y detalles”, como la delimitación de los asentamientos rurales y núcleos urbanos, por lo que “no resulta posible formular ninguna alegación” a los mismos, algo “especialmente importante” en Tejeda porque el planeamiento municipal “presenta distintos errores”.