Tras el corte de las primeras piñas, la SAT Costa Caleta empaquetó el primer contingente de plátano ecológico.
El almacén de empaquetado de plátanos de la SAT Costa Caleta también ha vivido su jornada histórica al manipular y empaquetar, por primera vez, plátano ecológico en sus instalaciones.
Al estar compartido el almacén para la manipulación del plátano convencional, los técnicos explican a Agroaldea que el plátano ecológico es el primero en empaquetarse para cumplir con la normativa. Toda la línea ha quedado limpia de cualquier tratamiento convencional para evitar cualquier contaminación al ecológico.
Desde primera hora de la mañana, 6:30, el almacén de Costa Caleta se convierte en un hervidero de actividad en la que el plátano es el principal protagonista.
El plátano ecológico hizo que esta jornada fuera muy especial por las novedades que se introducen para su empaquetado. Tras la operación de desmanillado, los racimos se introducen en unos tanques con agua para, a continuación, ser cortados nuevamente en racimos de 4 ó 5 plátanos.
Estos nuevos racimos se colocan en unas bandejas plásticas para ser pesados, 9 kilos aproximadamente, que, posteriormente, se introducen en una especie de tren de lavado con una solución a base de canela, para evitar la aparición de hongos en el tallo del racimo.
A continuación, se van introduciendo los racimos en la caja de cartón en la que serán comercializados. En esta ocasión, la marca comercial elegida por Costa Caleta es ‘La Guancha’, una marca con la que diferencian las especialidades que producen.
La nueva caja es diferente a la que se utiliza para el plátano convencional, tanto en tamaño como en su forma, siendo la de ecológico más parecida a una bandeja de nueve kilos.
Una vez completadas las cajas, el resto del proceso está totalmente automatizado. Las operarias, tras pegar la etiqueta de trazabilidad, colocan las cajas en una cinta transportadora que las llevará hasta una plataforma en la que se compone el palet.
La última tarea consiste en colocar en cada una de las cajas, el adhesivo numerado que concede el Instituto Canario de Calidad Agroalimentaria, ICCA, que certifica el plátano como ‘ecológico’.
A pesar de ser la primera jornada para manipular y empaquetar el plátano ecológico, no hubo más contratiempos que el de algunas cajas trabadas y la altura de los palets, lo que de muestra la profesionalidad de los trabajadores del almacén.
Finalmente, en un proceso que no llegó a las dos horas, quedaron embalados nueve palets de plátano ecológico que en estos momentos van rumbo a Barcelona, donde ya están vendidos.
A partir de ahora, una vez por semana o cada diez días, según el estado de la fruta, se procederá a cortar y a seguir enviando al almacén de Costa Caleta para su empaquetado.