Este ketchup no puede venderse bajo esa denominación por no tener suficiente tomate.
La salsa de tomate o ketchup de la conocida marca de salsas Heinz, no puede venderse con esa denominación en Israel. La razón radica en que cuando el ketchup no tiene suficiente tomate, no puede ser calificado como salsa de tomate y por tanto no puede venderse como tal.
Aunque este fabricante venda a diario más de dos millones de frascos de su salsa de tomate en el mundo, no podrá hacerlo en Israel ya que el Ministerio de Sanidad de este país ha recalificado el producto para que se denomine condimento con tomate y deje de ser salsa de tomate.
El motivo es que, según los análisis realizados, no contiene en sus ingredientes la suficiente cantidad de tomate como para ser calificado como una salsa de tomate.
La decisión adoptada por las autoridades sanitarias de Israel no ha sido iniciativa suya, sino consecuencia de la denuncia por parte de Osem, una compañía local competencia de Heinz, que solicitó la definición que debe tener la salsa de tomate para poder ser así clasificada.
Esta empresa consideraba que la salsa de Heinz, -que contiene solamente un 21% de concentrado de tomate-, no podía ser considerada una salsa de tomate, ya que eso resultaría un fraude para los consumidores.
¿Qué contiene la salsa de tomate Ketchup de Heinz?
Según su etiqueta, la salsa Heinz contiene sólo lo mejor, (only the best), ya que está elaborada con tomates que proceden de sus propias semillas, lo que ratifican con la firma del fabricante y su lema “Grown, not made” en el sentido de señalar que es un producto que crece, y no un producto elaborado.
Además, según la enumeración de los ingredientes que indica la etiqueta, muestra que este producto incluye concentrado de tomate, vinagre destilado, jarabe de maíz alto en fructosa, jarabe de maíz, sal, especias, cebolla en polvo y saborizantes naturales. Como esta lista de ingredientes se debe ordenar de mayor a menor proporción de los ingredientes utilizados, da a entender que el principal ingrediente es el concentrado de tomate.
El truco parece estar en la distinción de dos clases de jarabe de maíz, uno alto en fructosa y otro “normal”. Si se considera que ambos productos son el mismo ingrediente, este tendría que estar encabezando la lista al ser el ingrediente mayoritario en la composición del Ketchup Heinz.
El jarabe de maíz es un producto similar al azúcar y según indica el estudio del Ministerio de Sanidad Israelí, podría incluso proceder de maíz transgénico, al igual que el vinagre destilado que es el segundo ingrediente en la lista y que también puede proceder del maíz.
En consecuencia, parece que más que ser una salsa de tomate, este producto sería una salsa basada en maíz con un 21% de tomate en su contenido, que luego se condimenta con sal y especias.
Todas estas consideraciones han hecho que el producto de Heinz no pueda ser vendido en Israel bajo el grupo de salsas de tomate sino como un condimento con tomate, para evitar la confusión en los consumidores.