De las 19.700 hectáreas que están sin cultivar, 6.200 corresponden a abandonos de los últimos diez años.
El Pleno del Cabildo grancanario aprobó el Plan Territorial Especial Agropecuario (PTE9) de forma provisional para su aprobación definitiva por el Gobierno de Canarias. Se trata de un documento clave para la ordenación del sector primario y la soberanía alimentaria de Gran Canaria.
Según la Corporación Insular, el objetivo es garantizar la conservación de los suelos productivos, evitar la ocupación irreversible de los suelos de mayor potencial y potenciar los sectores agrícola, ganadero y forestal en pro de la soberanía alimentaria de Gran Canaria.
Este plan pretende resolver la compatibilidad de la actividad agropecuaria en diversas zonas de la Isla, que suman 58.000 hectáreas, las cuales estaban pendientes de una delimitación precisa porque son áreas mixtas de zonas naturales, con masa forestal, escarpes y zonas a proteger, entremezcladas con áreas que sí podían estar destinadas a actividades agrícolas.
La delimitación supone incrementar la superficie agropecuaria de la Isla en 8.279 hectáreas, 3.260 para las tres áreas agrícolas que establece el plan – intensivas, rurales y extensivas-, y 5.019 como área extensiva mixta agroforestal.
La superficie cultivable de la Isla queda así fijada en 30.019 hectáreas, de las que están en cultivo 10.348, de modo que la capacidad de crecimiento es en la actualidad de 19.671 hectáreas que están en abandono. De esta superficie sin cultivar, 6.242 hectáreas han sido abandonadas en los últimos diez años.
Además, en este cupo de más de 30.000 hectáreas se han localizado 19 Reservas Agrarias Estratégicas en las que se deben ubicar las explotaciones de producción profesional, intensiva o industrial porque son las que permiten las instalaciones necesarias.
El resto son igualmente cultivables pero al estar en espacios con características territoriales o paisajísticas determinadas, la instalación de almacenes, alpendres, aljibes o accesos está sujeta a limitaciones y estudio de cada caso.
En cuanto al sector ganadero, el Plan establece tres tipos -profesional, de autoconsumo y de renta complementaria-, y fija diez núcleos ganaderos, quedaron excluidas las zonas, sin explotaciones en la actualidad. Estas se encuentran próximas a las aguas naturales de Aguas el Toscal, en Ingenio, debido a posibles afecciones si en el futuro se establecía alguna explotación a tenor de los informes emitidos por la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias, entre otras causas.
Estas diez áreas fijadas para ganaderías suman en cualquier caso 407,17 hectáreas y son núcleos para la instalación de las explotaciones ganaderas intensivas, ya que las instalaciones de autoconsumo o renta complementaria no tienen que circunscribirse en estas áreas.
Las distancias a suelos urbanos y urbanizables y a asentamientos rurales oscila entre los 150 metros para ganaderías caprino y bovino, de menos de 200 cabezas, a los asentamientos rurales y los 2.000 para las explotaciones porcinos de mayor tamaño (a partir de 360 Unidades de Ganado Mayor), tanto a asentamientos como a suelo urbano o urbanizable.