La empresa holandesa Konreg Engineering Int. comenzará a realizar las pruebas en el muelle de La Aldea la próxima semana con una gabarra de última generación.
No todo tenía que ser negativo para el tomate de La Aldea que está sufriendo una de sus peores zafras, debido al cierre de la carretera GC 200 el pasado día 9 de noviembre. La única alternativa a este cierre es la continuación de la GC 200 en sentido Mogán, para enlazar con la autopista hasta llegar al puerto de La Luz. Sin embargo, esta alternativa está provocando que el tomate aldeano no llegue a tiempo de ser embarcado y, en muchas ocasiones, se quede en tierra.
Responsables de las dos empresas productoras de La Aldea, principal actividad económica del municipio, reconocen que la alternativa al cierre es un verdadero ‘calvario’ que está suponiendo, además de una sangría económica, una pérdida de competitividad para la producción aldeana.
Lo que debiera ser una ruta de dos horas y media se convierte en un ‘martirio’ de casi cinco horas, en las que los pesados camiones se enfrentan a cortes intermitentes por obras de última hora en esta vía. Además, que las autoridades no hayan restringido el tráfico a los ciclistas mientras esté cerrado el tramo del norte, está suponiendo considerables retrasos y roturas importantes en los motores al sobrecargar los mismos.
Al desviarse todo el tráfico por el sur, el aumento de vehículos ralentiza la marcha en una vía que no está preparada para el mismo. Pero la peor parte del trayecto se produce en la autopista, donde los continuos accidentes provocan colas kilométricas que retrasan la llegada al muelle y la pérdida del barco.
Al principio llamábamos para pedir una hora extra en la salida del barco y así poder enviar los tomates, pero nunca era una hora; eran dos o tres y el coste que teníamos que soportar por la espera de los estibadores y del barco no compensaba, así que los tomates se quedan en tierra, señala uno de los productores aldeanos.
Hartos de esta situación y viendo peligrar la zafra ante una realidad que no tiene visos de solución, las empresas aldeanas se han puesto manos a la obra y han barajado varias alternativas para que su tomate llegue al muelle igual que el resto.
Una de las soluciones más viables es la del cabotaje. Tras contactar con varias navieras especializadas en este servicio marítimo, la holandesa Konreg Engineering International comenzará a realizar prácticas con la gabarra de última generación DMT 340 la próxima semana.
Se trata de una embarcación de 52 metros de eslora y un peso de 2.786 toneladas que tiene una capacidad de carga de 4.000 toneladas. La plataforma incorpora una grúa articulada con un brazo giroscópico que permite elevar 5,5 toneladas. Sus dos motores duales -diesel y gas licuado- desarrollan 900 kW/cilindro lo que le confiere una gran estabilidad, rapidez y fiabilidad, realizando el trayecto de La Aldea a Las Palmas en menos de una hora.
La longitud del brazo de la grúa y el escaso calado de la embarcación le permiten operar a 20 metros de la estructura del muelle, por lo que no es necesario el atraque en el interior. Los productores aldeanos tramitan con Puertos Canarios el permiso ‘excepcional’ para realizar la operativa y ‘salvar’ esta zafra.
Además de mantener conversaciones con el Gobierno de Canarias, los productores se reunirán esta semana con la Delegada del Gobierno para solicitarle la compensación al transporte de este servicio como si de una isla menor se tratase, apelando a la doble insularidad que padecen.
No podemos aguantar mucho más esta situación que se enquista y se produce justamente cuando la zafra es más importante. Los envíos de Navidad y Año Nuevo son los que determinan en gran medida el resultado de la campaña. Si no somos capaces de hacer buenos números en estas semanas, el resto no tiene sentido. Se trata de aprovechar los buenos precios de los mercados por la escasez de fruta y salvar la economía de toda un municipio, señalan los productores.
La salida por mar, la misma que se realizaba durante buena parte del pasado siglo cuando también estábamos aislados, nos permitirá un transporte fluido ya que no padeceremos las obras, ni sufriremos la sobre carga de tráfico, atascos, ciclistas y demás pormenores, concluyen.
Si has llegado hasta aquí leyendo esta noticia, Agroaldea te desea un feliz día de los Santos Inocentes. Aún así, esperamos que sirva de reflexión para amortiguar el golpe que se está llevando el tomate aldeano esta campaña.