SemillerosLA PASADA SEMANA FINALIZARON LAS SIEMBRAS DE SEMILLAS EN LAS QUE TRABAJAN 120 PERSONAS.

Los tiempos cambian y a todos afecta por igual. Adaptarse o dejar hacer son las opciones que, acertada o equivocadamente, permiten posicionarse y seguir en la brecha, en el surco o en la tara. Y la primera de las opciones COAGRISÁN la ha asimilado como marca de la casa.

Hace algunos años, las zafras venían marcadas por la estacionalidad en la que, entre una y otra, mediaban unos cuatro meses de escasa actividad. En la actualidad este tiempo de “descanso” se ha visto reducido a la mínima potencia.

La agricultura, y el sector primario en general, para ser competitiva ha de adaptarse a los tiempos y adelantarse en la medida de las posibilidades a competidores, posibles amenazas y a reducir costes.

Premisas éstas que cualquier agricultor profesional que se precie conoce al dedillo. La estacionalidad de la zafra se ha reducido a escasas tres semanas de descanso. Porque entre el final y el comienzo de la campaña está mediando escasamente un mes.Semilleros2

Éste es el caso de COAGRISÁN. Dio por finalizada la campaña el pasado 16 de junio, fecha del último envío de tomates a Europa. Comenzó los semilleros el 23 de junio y este 26 de julio inician los plantíos.

Desde la siembra, se han llevado a cabo más de un millón de injertos de los cuales el 99% han sido válidos. Los técnicos de la cooperativa recuerdan que al principio no pasaban del 55% de injertos con éxito.

Sin embargo, las premisas citadas anteriormente han tenido su efecto hasta lograr hoy casi el cien por cien de efectividad. Patrones y variedad unidos por su tallo con una delgada pinza y a través de un certero y preciso corte.

Esta ha sido la función de 120 personas durante este tiempo. A esto se añade su cuidado, mimo y esmero, para que la planta llegue hoy a los primeros invernaderos en un estado óptimo de adaptación para los rigores del verano.

Los técnicos de COAGRISÁN destacan que para esta campaña han optado por despuntar las plantas y mantenerlas una semana más en adaptación, para evitar los daños que acusó la ola de calor del año pasado.

Además, el depredador de la mosca blanca, el Nesidiocoris tenuis, se encuentra ya en la propia planta. Para ello, se ha procedido a la suelta en la aclimatación de varias decenas de millones de estos bichitos.

Como novedad, esta campaña se adelanta una semana con respecto a las anteriores y contará con un cinco por ciento más de superficie que la pasada campaña.
Cantidad y superficie, dos conceptos que han perdido la relación que tradicionalmente los mantenía sobre la condición “a más superficie más producción o cantidad”.

Las cosas han cambiado, y mucho. Hoy, si bien desde la cooperativa reconocen que todavía se podría cultivar terreno para un millón de bultos más, lo cierto es que la superficie aumenta solo un cinco por ciento.

Por tanto, esta relación de superficie cantidad se está transformando en mayor cantidad con menor superficie, lo que está renovando las ratios por las que se venía referenciando las zafras.

Tanto agricultores como clientes coinciden en el repunte del consumo y los mercados, tras el catastrófico cierre de la campaña, que vino derivado de la crisis producida por la bacteria E.coli.