INSTALARÁ DOS PLANTAS DE COMBUSTIÓN CON LAS QUE OBTENDRÁ AGUA CALIENTE Y CO2 QUE ACELERARÁN LOS CULTIVOS.bonny

El objetivo es producir más tomates y más competitivos que sus rivales en el mercado europeo. Esa es la principal apuesta de Bonnysa, una de las mayores empresas agroalimentarias del país con sede en Mutxamel, Valencia, que en estos momentos se encuentra inmersa en este ambicioso proyecto tecnológico de cogeneración.
La Conselleria de Agricultura ya ha dado luz verde a la instalación de dos plantas de cogeneración en las instalaciones de Bonny en Mutxamel con las que la empresa conseguirá agua caliente y CO2 que, aplicados a las plantaciones, permitirán incrementar considerablemente el volumen de producción que en la actualidad se sitúa en unos 50 millones de kilos de tomate al año. Bonny cuenta, además, con explotaciones en Almería, Murcia y Canarias.

La aplicación de este sistema es posible gracias a motores de combustión que utilizan el gas natural como energía lo que disminuye el nivel de contaminación. El CO2 que producen estos generadores no se libera a la atmósfera sino que, mediante filtros, se limpia y se introduce dentro de los invernaderos para que la planta, tal y como ocurriría en un proceso natural de fotosíntesis, absorba el dióxido de carbono y lo transforme en oxígeno. inver

De esta forma, se acelera el rendimiento de los tomateros y también la calidad del producto. El proceso se completa con el aprovechamiento del calor que generan los motores que pasa a los invernaderos y hace que se mantenga una temperatura uniforme en el interior.

El proyecto en el que se ha embarcado Bonnysa, si bien cuenta con ayudas públicas -en torno a un 20% del coste- le supone una inversión que ronda los diez millones de euros -cinco millones por planta-. Desde la empresa apuntan que no se puede bajar la guardia en lo que a tecnificación se refiere porque de ello depende la viabilidad del producto.

Los principales rivales del tomate que se produce en la provincia son los que están ofertando Holanda y Bélgica, países que pese a tener unos costes salariales mayores han invertido antes en tecnología puntera y ya están disfrutando de los resultados.

Si los plazos previstos se cumplen,las plantas de cogeneración podrían empezar a funcionar durante el próximo verano y constatar sus efectos en la campaña 2012/2013.

Los invernaderos de Bonnysa en la provincia ocupan una superficie que ronda las 250 hectáreas, la mayor parte ubicados en Mutxamel. Además, cuenta con un almacén de 8.000 metros cuadrados con una capacidad de empaquetado de 45 toneladas de tomate a la hora. La plantilla de la firma exportadora, aunque fluctúa según las cosechas, alcanza los 1.500 trabajadores de los que un 80% son fijos discontinuos.