El Instituto Vasco de Investigación y Desarrollo Agrario lidera un proyecto cuyo objetivo es seleccionar genéticamente las variedades tradicionales de tomate vasco de mayor valor organoléptico y más productiva.
El Instituto Vasco de Investigación y Desarrollo Agrario, NEIKER-Tecnalia, empresa pública del Departamento de Desarrollo Económico y Competitividad del Gobierno Vasco, ha puesto en marcha el proyecto Traditom, que tiene como objetivo seleccionar e identificar genéticamente las mejores variedades tradicionales de tomates del País Vasco.
Con esta iniciativa se busca poner en valor el producto local y proporcionar a los agricultores un tomate de gran calidad y productividad y con alto valor culinario, con el fin de satisfacer la creciente demanda de tomates de variedades tradicionales.
[quote]Los especialistas del centro tecnológico investigarán la colección de tomates tradicionales de Euskadi que se conserva en el banco de germoplasma de NEIKER-tecnalia.[/quote]
Los consumidores apuestan cada vez más por hortalizas cercanas, genuinas y con sabor auténtico, pero los productores no siempre pueden cubrir esta demanda. Esto se debe a que las variedades tradicionales presentan una serie de problemas, a los que NEIKER-Tecnalia busca una solución.
El primero de estos problemas es que cada una de estas variedades presenta una gran variabilidad en su aspecto externo, calidad sensorial y productividad. Además, no son especialmente resistentes a las enfermedades más comunes e importantes, como son las virosis.
Los investigadores del centro tecnológico buscan una solución a estos problemas mediante la selección genética de las mejores variedades tradiciones vascas.
La selección se llevará a cabo teniendo como parámetros principales la calidad organoléptica y la aceptación del consumidor. La caracterización genética permitirá, además, definir de forma concreta cada variedad, lo que hará posible distinguirla de forma eficaz y práctica de otras variedades tradicionales o comerciales que presenten tipos morfológicos similares.
La resistencia a enfermedades será otro de los parámetros que se tendrá en cuenta a la hora de seleccionar el material genético. Concretamente se investigará la incidencia de los dos principales patógenos del tomate, como son el Virus del Mosaico del Tomate (ToMV) y el hongo Phytophthora infestans, que limitan su rentabilidad económica.
Diferenciar el tomate y evitar la competencia desleal.
La identificación y caracterización de las variedades abre la vía para crear sus propios distintivos de calidad como la Denominación de Origen Protegida o la Indicación Geográfica Protegida. Estos distintivos permitirán diferenciar la oferta comercial de estos tomates y resaltarán sus rasgos más singulares y apreciados, al mismo tiempo que evitarán la competencia desleal y facilitarán a los consumidores su identificación.
La selección y mejora genética de los tomates vascos supondrá para los agricultores la oportunidad de contar con un producto de calidad y demandado por el mercado, lo que redundará en la mejora vegetal y en la competitividad de la agricultura local. Así mismo, el cultivo de estas variedades contribuye al respeto medioambiental, a la biodiversidad y asegura que las generaciones futuras puedan disfrutar de productos autóctonos de calidad.
Variedades tradicionales de éxito.
Las actuales tendencias de los consumidores –avaladas por movimientos como Slow Food, Locavorismo y Food Miles- y el auge de la gastronomía basada en productos locales de alto valor culinario suponen un importante nicho de negocio para los agricultores que apuesten por variedades tradicionales. Actualmente, han irrumpido con fuerza en los mercados variedades de tomate como ‘Valenciana’ (Valencia), ‘Montserrat’ (Cataluña), ‘Rosa de Barbastro’ (Aragón) y Aretxabaleta (País Vasco).