Además de darle alegría a los platos y color a los sabores, la pimienta esconde otras propiedades no tan conocidas y no tan temidas como su picante.
La capsaicina es un compuesto de los pimientos y pimientas -ajís- en general, y en particular se encuentra en mayor proporción en los que son picantes como chiles, jalapeños, cayenas o guindillas, que tienen acción analgésica.
Por este motivo resultan muy efectivos para combatir los dolores, especialmente aplicándolo localmente. La capsaicina se incluye en la elaboración de cremas, geles y aceites que se aplican externamente para eliminar dolores, en especial los articulares (artritis), luxaciones, neuropatía diabética, fibromialgia, dolores musculares, neuralgia del trigémino, mejora la psoriasis, esguinces o inflamación.
Es muy sencillo elaborar una crema casera para aliviar todos estos dolores. Para su elaboración debemos emplear pimientas ‘cayena’ que tienen que estar secas.
El proceso de deshidratación se realiza cortando la parte de arriba de las pimientas frescas, luego longitudinalmente por la mitad y los ponemos en una bandeja de rejilla en un lugar oscuro y bien ventilado para que se vayan secando.
Cuando estén totalmente secos (dependerá de las condiciones en las que hayan estado), lo cual puede llevar entre una semana a tres, elaboraremos nuestra crema. Se necesitan Pimientas cayena cortadas; Aceite de oliva (también se puede usar de almendras, aguacate, argán…) y un tarro de cristal. En el tarro de cristal se ponen las pimientos cayena. No deben ocupar más de 3/4 del tarro. Después se rellena con el aceite, asegurándose que los pimientos están totalmente cubiertos.
Además, se puede añadir alguna planta medicinal para personalizar esta crema. Por ejemplo el jengibre resulta muy beneficioso para mejorar la circulación sanguínea y también tiene acción analgésica. Otra opción sería añadir árnica, lavanda o corteza de Sao.
Para finalizar el proceso tenemos dos opciones: poner el tarro dentro de un cazo con un poco de agua y dejarlo ahí durante 2 horas a fuego bajo; o bien dejarlo entre 10 y 15 días en una zona fresca y sin luz para que vaya infusionando poco a poco.
Pasado el tiempo, se procede a colar el aceite, escurriendo bien los pimientos para aprovechar el aceite que puedan contener, y se guarda en un tarro de cristal. Este aceite lo puedes usar en los próximos 6 meses.
Para utilizar tu aceite casero con acción analgésica sólo tienes que aplicarlo dando un suave masaje. Se puede usar varias veces al día.