LAS ORGANIZACIONES AGRARIAS DE CANARIAS DEFIENDEN COMO ÚNICA APUESTA VÁLIDA SU DEFENSA INTEGRAL.
Una vez más, el sector agrario de Canarias se revoluciona. En este caso, ante lo que consideran una vulneración en la defensa de sus intereses por la intención del MAGRAMA de modificar la Orden de 12 de marzo de 1987 que establece para Canarias limitaciones para la importación, exportación y tránsito de vegetales, para adaptarla a la normativa europea.
Por su parte, las organizaciones agrarias canarias alertan del serio y grave problema que supondría la derogación, ya que esa Orden es la que permite el control en aduana de las importaciones vegetales con destino a Canarias, impidiendo que muchos productos llegados de fuera de las Islas puedan acceder al mercado local por cuestiones fitosanitarias, para así poder proteger el campo isleño de plagas y enfermedades que ya afectan a aquellos lugares de origen.
El Ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, ha manifestado que desde el Ministerio no se pretende derogarla, pero sí reflexionar para ponerla al día, según la recomendación que ha hecho la Unión Europea para llevar a cabo su actualización.
La chispa que ha dado pie a la alarma ha sido la queja formal del Gobierno de Chile en contra de la aplicación de la Orden. El Ejecutivo central la trasladó al Gobierno de Canarias y éste convocó una reunión técnica en la que se planteó a los representantes agrarios una terna de posibilidades: la derogación de la orden, su modificación o bien defender el texto legal tal cual está.
De las tres opciones, la puesta unánime del sector productor local fue la defensa total y absoluta de la orden ministerial de 12 de marzo de 1987, que, según indicaron fuentes presentes en la reunión, es la norma legal que ha posibilitado que tierras de cultivo en las Islas no se hayan visto aún más afectadas por plagas y enfermedades, y también el texto legal que ha servido de freno a la importación por motivos fitosanitarios, lo que ha permitido el desarrollo en Canarias de cultivos tropicales, de frutales (entre ellos los cítricos) y de tubérculos.
Muchas presiones
Detrás de la presión ejercida con dureza por el Gobierno de Chile en relación con los controles fitosanitarios que se aplican en Canarias a la entrada de productos vegetales, están muchos importadores de frutas, hortalizas y tubérculos que operan desde la Península o bien desde las mismas Islas. El cumplimiento en Canarias de los preceptos de la orden ministerial de 12 de marzo de 1987 no ha sido fácil, sino todo lo contrario, en especial por la falta de medios materiales y humanos en los controles en frontera, que dependen de la Administración General del Estado.
La existencia de la citada orden permite que aún se puedan desarrollar actividades agrícolas locales como el cultivo de frutas tropicales, entre ellos el de aguacate y de la piña tropical en El Hierro, e incluso la producción de cítricos y de muchas de las hortalizas con las que hoy se abastece el mercado isleño. La desaparición de esa norma, como indican los agricultores locales, supondría la muerte de muchos cultivos y la entrada, ya sin remedio, de muchísimas plagas y enfermedades vegetales, más de las que hoy en día afectan al campo canario, entre las que hay algunas muy graves, como la virosis del tomate o la polilla guatemalteca de la papa.
El Ministro ha señalado que el gobierno es muy consciente de las peculiares condiciones agroalimentarias de Canarias. Por tanto, no es la intención del Gobierno derogar esa Orden. Asimismo, Arias Cañete indicó que cualquier modificación será consensuada con las autoridades canarias y los sectores afectados.