Con ella se plantea respetar las marcas del ganado y flexibilizar los registros para adaptarlos a las características de la ganadería tradicional.
La Comisión de Agricultura, Ganadería, Pesca y Aguas del Parlamento de Canarias, aprobó por unanimidad una iniciativa planteada por el diputado del Grupo Nacionalista Canario Mario Cabrera, destinada a adaptar los requisitos que se vienen aplicando al registro del ganado del costa a las características de esta actividad.
De esta manera, con la aprobación de la iniciativa se concederá más tiempo a los ganaderos para su identificación y localización, así como ver la posibilidad de respetar las marcas tradicionales de ganado compatibilizándolas con las nuevas técnicas.
El acuerdo establece que el Gobierno se coordine con instituciones locales y colectivos ganaderos “para buscar una fórmula de registro e identificación del ganado, adaptada a las características de las prácticas de ganadería tradicional y que permita compatibilizarla con las exigencias de las convocatorias de ayudas y subvenciones europeas y autonómicas”, subrayó Mario Cabrera.
El diputado del Grupo Nacionalista Canario puso como ejemplo el caso de Fuerteventura, donde “las actividades asociadas al pastoreo de la cabra de Costa están consideradas como parte del patrimonio ganadero vivo más importante de Canarias. Sus raíces son prehispánicas, pero se han conservado hasta nuestros tiempos relacionadas con estructuras sociales ancestrales de trabajo comunitario y de organización ganadera”.
Entre las actividades pastoriles más destacadas que se practican con la cabra de costa están las apañadas. Pero hay que recordar que también en determinadas zonas del resto de las islas perviven prácticas de pastoreo tradicional, con sus propias características. Por lo que puede entenderse que la problemática es de incidencia también en otras islas del Archipiélago.
El R. D. 947/2005 de 29 de julio por el que se establece un sistema de identificación y registro de los animales de las especies ovina y caprina, obliga a tener debidamente identificados a todos los ejemplares caprinos y ovinos presentes en las explotaciones ganaderas, bien sea ganado estabulado; bien sea el que se encuentra disperso de forma extensiva, como es el caso.
“La aplicación de esta normativa al pastoreo del ganado de Costa viene poniendo en riesgo la pervivencia de esta actividad en los Mancomunes de Fuerteventura”, subrayó Mario Cabrera.
Las peculiaridades de este tipo de prácticas ganaderas tradicionales hacen que algunos de los requisitos que establece esta norma sea de muy difícil cumplimento. Entre ellos, el recuento de ganado en las inspecciones con apenas 24 horas de antelación, lo que puede conllevar incluso la pérdida de subvenciones y ayudas europeas para la actividad, a las que se tiene que acceder a través de estos registros e identificación de animales.
G.P. C.C. Marcas tradicionales.
Los ganaderos y los comisionados de Costa de Fuerteventura plantearon a los diputados de Coalición Canaria que se deben tener en cuenta algunas consideraciones en este proceso de reforma, como:
– Se debería autorizar expresamente las marcas de identificación tradicionales no solo por conservar un patrimonio etnográfico vivo sino porque los crotales normalizados se pierden con frecuencia, como consecuencia las características propias de este modalidad de pastoreo.
– También no plantean que las inspecciones se debería avisar con 20 o 30 días de antelación a los comisionados para planificar y realizar las oportunas apañadas y así poner los animales a disposición de las inspecciones que se consideren necesarias.
– Además, hay que tener en cuenta que la difícil orografía y la enorme extensión de los territorios en los que practica la ganadería de costa hace prácticamente imposible apañar el 100% del ganado. Por ello, hay que tener en cuenta que sobre un 15% de los animales no se podrán apañar y, por tanto, considerar este margen en las distintas inspecciones.
– También hay que tener en consideración la dificultad de comunicar a la administración las bajas que se producen, ya que las muertes de las cabezas de ganado se pueden originar en zonas de difícil acceso y, como consecuencia, puede que no se localicen los correspondientes crotales.
“En definitiva, de esta forma de supervisar el ganado y de contabilizarlo depende en buena medida el acceso y la justificación de ayudas europeas y con ello, la supervivencia de ganaderías y hasta de familias enteras. Me consta que el Gobierno de Canarias se ha puesto manos a la obra, tratando de convencer a Europa de estas necesidades y se han conseguido importantes avances, pero ahora se trata de impulsar esta labor en coordinación con las instituciones locales y los propios ganaderos”, señaló Mario Cabrera.