Las cáscaras de plátano tienen un sinfín de aplicaciones. Lo mismo sirven para limpiar las hojas de las plantas que para dejar lustrar los zapatos, como cosmético e incluso para comerlas, tal cual o cocinadas.
Además, la cáscara de esta fruta sirve para hacer compost, utilizada de forma directa, con lo que obtenemos un abono express, o bien para para elaborar fertilizantes líquidos.
Por lo tanto, si se quiere hacer un fertilizante orgánico y económico, tanto para plantas ornamentales como comestibles, las cáscaras de plátano son una excelente opción.
Es fácil de preparar y muy eficaz gracias a su alto contenido en potasio y fósforo. Además, puede mezclarse con otros ingredientes para conseguir soluciones a la medida de las necesidades, según sea la tierra y el cultivo.
Compost casero
No sólo nos ayuda a abonar sin recurrir a fertilizantes químicos, un aspecto clave para que una huerta o jardín sean completamente orgánicos, sino que además permite reciclar y reutilizar parte de la basura doméstica. Precisamente, es lo que ocurre cuando hacemos compost.
Abono directo
Podemos enterrarlas en la tierra, de forma directa, alrededor de las plantas. Hay dos opciones: enterrarlas sin más, enteras o troceadas, o bien hornearlas previamente. Su eficacia será fácil de apreciar en época de floración y cuando acabamos de plantar una nueva planta.
Biofertilizante con cáscaras de plátano.
Basta con agregar unos pequeños trozos de cáscara de plátano para conseguir que las plantas crezcan y florezcan mejor. Con aplicarlos dos veces al año será suficiente, las exageraciones alterarán la composición de la tierra y acabarán resultando perjudiciales.
En caso de hornearlas, no hay que dejarlas más de quince minutos a 90 grados centígrados o también se puede optar por dejar que se vayan secando tras trocearlos. En realidad, el horno sólo sirve para acelerar el proceso.
Abono líquido
Con unas cuantas pieles de plátano troceadas y puestas a hervir durante un cuarto de hora en un litro de agua obtenemos un caldo que, una vez colado, nos ayudará a la floración y a un fruto.
El líquido resultante es un fertilizante líquido muy efectivo. La fórmula también admite una cucharada de miel para mejorar los resultados. Guardar en una botella y aplicar en forma de riego.
Si se prepara compost con lombrices, su presencia acelerará la descomposición de la cáscara de plátano. En este caso, para hacer abono líquido se pueden alimentar con los residuos orgánicos de la cocina, es decir, no sólo con plátanos sino también con vegetales, especialmente de hoja verde.
Además, se necesita un suelo impermeable y que éste tenga una inclinación suficiente como para que vaya goteando a un frasco o vasija, en la que se va recogiendo el líquido que genera el desdoblamiento de la disgestión de las lombrices.
Así es como se obtiene el humus líquido, un fertilizante orgánico con propiedades bioreguladoras del suelo. Entre otras ventajas, no produce putrefacción, es muy soluble y las plantas lo asimilan muy rápido a través de las raíces. También las protege de enfermedades.