Dispone de tres compartimentos en los que aplica la técnica del compostaje.
El desperdicio de comida es uno de los grandes retos que debe afrontar la sociedad en la actualidad. Sin embargo, la mayoría no es consciente de la enorme cantidad de alimentos que terminan en la basura. Esos restos de comida luego se pudren y generan metano, gas de efecto invernadero que influye en el calentamiento global más que el CO2.
Con el fin de ofrecer una solución a este problema, surge Biovessel, un invento de la empresa taiwanesa Bionicraft que convierte los desperdicios en fertilizante orgánico.
La naturaleza tiene su propia manera de lidiar con los residuos orgánicos. En el ambiente natural, el suelo, las lombrices de tierra, el agua y la luz trabajan juntos para descomponer la materia orgánica gradualmente con el tiempo.
Las lombrices son una parte vital de este ecosistema, ya que consumen y descomponen la materia orgánica en pedazos más pequeños y también son responsables de mezclar las capas del suelo, permitiendo que los nutrientes se dispersen a través del suelo y estén disponibles para bacterias y hongos, descomposición.
Para llevar a cabo el proceso, el Biovessel (que tiene forma de un elegante macetero), utiliza sus tres compartimentos con tierra, lombrices y serrín para realizar un compostaje con la comida que allí se deposite.
El tamaño de las tapas superiores y los puntos exactos en los que se colocan se deciden de acuerdo con sus funciones relativas. Los orificios de ventilación en las tapas superiores imitan los patrones de las espirales de semilla de girasol, utilizando la proporción de oro y la permeabilidad al aire como parámetros, obtenemos el estado más óptimo para el ambiente interno.
Los restos de comida tardan siete días en ser transformados y el resultado es un abono que se puede usar en otros maceteros, plantas ornamentales o el propio huerto.
“El objetivo principal del proyecto es generar conciencia sobre el tema del desperdicio de comida” afirma Chen-Hsiang Chao, inventor de este artilugio.
Chao añade que Biovessel se ha creado a partir de los datos recopilados y compilados a partir de más de 20 meses de investigación biológica, experimentos y observación sobre el proceso de descomposición de residuos de alimentos. La información documentada a partir de estas observaciones y experimentos se tradujo entonces en datos cuantitativos. El ecosistema que Biovessel crea define y diseña por naturaleza es el más adecuado para sus habitantes y es el más eficaz y conveniente para sus usuarios.
Puedes ver cómo funciona este invento en el siguiente video: