El creador se hace llamar Nicolas Trainerbees, y se considera un activista a favor del cannabis medicinal y su legalización en su Francia.
Cannabimiel –en inglés cannahoney– es el resultado de un apicultor francés que tuvo la idea de unir la miel de abeja producida a partir del néctar de plantas de cannabis. Se hace llamar Nicolas Trainerbees, y se considera un activista a favor de la cannabis medicinal y su legalización en su Francia.
“Es una técnica de entrenamiento con la que las abejas recogen la resina y la utilizan en la colmena. La sustancia final es solo fruto del trabajo de estos pequeños insectos”, explica con humildad. Trainerbees (“Entrenador de abejas”) utiliza este apodo desde hace más de 20 años porque siempre le ha gustado pasar tiempo con las abejas. Las observa y las domestica.
Desde que tenía 10 años de edad, Nicolas comenzó a usar cannabis como parte de su tratamiento de hiperactividad. Después de que “el sistema educativo lo escupiera”, desde hace 20 años, él se dedicó a trabajar con abejas; a entranarlas para producir miel a partir de cualquier planta; incluyendo la de la cannabis.
Según él, ha entrenado a las abejas para muchas cosas, como “recolectar azúcar de frutas en lugar de flores” y “desarrollar una técnica donde las abejas recolectan la resina y la usan en el panal”. Y a diferencia de lo que muchas personas consideran, “las abejas que producen la cannabimiel no son afectadas por los cannabinoides porque ni siquiera tienen un sistema endocannabinoide”, lo cual hace prácticamente imposible que procesen la cannabis como los humanos.
Sobre la miel de cannabis, ha explicado que él “sólo” creó “una técnica de entrenamiento con la que las abejas recogen la resina y la utilizan en la colmena. La sustancia final es solo fruto del trabajo de estos pequeños insectos”. “Todo lo que pasa a través del cuerpo de una abeja mejora”, dice, puesto que sus enzimas hacen que el néctar se convierta en la miel deseada. La resina obtenida de sauces, álamos y otros árboles se convierte en propóleo, que es antiséptico, antibiótico, antifúngico, antibacteriano y cicatrizante. “Así que si la abeja tomaba la resina del cannabis sería muy beneficioso también”. Nació para mí el nuevo reto de que las abejas obtuvieran esta resina”, cuenta Trainerbees.
Después de años de ensayo y observación logró que su entrenamiento diera resultado en 2014:“Con la enorme sorpresa de que las abejas utilizaban la resina como propóleo” y también para crear miel con los mismos efectos que el cannabis. Sus terpenos tienen “un gusto delicioso y agradable” que recuerda a la planta fresca, aunque el sabor cambia ligeramente de una cosecha a otra.
La ‘cannahoney’ suele tener un olor “bastante floral” y un color que cambia ligeramente en función de las variedades, aunque este suele ir desde el verde claro al blanco o amarillo. La sustancia “no se fuma, se ingiere y es buena para la salud”, asegura el creador.
Sobre las sospechas de que los pequeños insectos puedan verse afectados por la marihuana, Nicolás explica: “Las abejas que producen la ‘cannahoney’ no se ven afectadas por los cannabinoides porque no tienen sistema endocannabinoide”.
Ahora cuenta con 30 colmenas, muchas de las cuales utiliza para su proyecto de miel cannábica. Nicolas dedica casi todo su tiempo a este oficio, por eso no tiene web ni blogs: “Trabajo solo con mi mujer y no tengo tiempo ni dinero para hacer mucho más”. Ahora, su principal objetivo es marcharse de Francia para trabajar con más libertad y conseguir que profesionales del sector analicen su trabajo.
Dada a la restricción legal de la cannabis, Nicolas debe trabajar en el anonimato; pero planea mudarse a España, en donde hay leyes más flexibles en relación con la experimentación medicinal con cannabis, ya que “la miel de cannabis debe poder llegar a personas que se podrían beneficiar de ella en el mercado de los comestibles derivados de esta planta.”