El presidente de COAG-Canarias, Rafael Hernández, participa hoy en Bruselas en un grupo de alto nivel convocado por la Comisión Europea para evaluar el funcionamiento en Europa de la cadena alimentaria y analizar cuestiones como las prácticas comerciales abusivas, los códigos de buenas prácticas comerciales y la regulación normativa en materia de competencia.
Para los productores canarios supone un espaldarazo en la defensa de sus intereses en la Unión Europea, ya que en este grupo de trabajo estarán presentes únicamente dos representantes de los agricultores comunitarios (Rafael Hernández y el secretario general del COPA, Pekka Pesonen), además de diversos representantes de las principales multinacionales localizadas en la UE y de cuatro direcciones generales de la Comisión.
Para COAG-Canarias, la falta de transparencia de los mercados agroalimentarios en las islas, unido al desequilibrio en la distribución de los ingresos entre las diferentes partes de la cadena alimentaria, donde el agricultor en Canarias recibe apenas el 30 por ciento del precio que paga el consumidor en los lineales de venta, hace necesario impulsar medidas que saquen a la luz los abusos sobre los productores y que limiten los atropellos sobre el eslabón más débil de la cadena, los agricultores y ganaderos.
Teniendo en cuenta esta circunstancia, la Confederación ha señalado que es “una muy buena noticia” que la Comisión Europea haya creado un grupo de alto nivel para evaluar el funcionamiento de la cadena alimentaria, reconociendo que se están llevando a cabo prácticas como la venta a pérdidas, devoluciones de partidas injustificadas e incumplimientos en las condiciones acordadas con los productores, que han llevado al sector primario de un lugar como el Archipiélago a ocupar apenas el 1 por ciento del PIB de la región.
Tal como señala Rafael Hernández “tener interlocución directa con la Comisión Europea y las principales multinacionales del sector de la alimentación, al más alto nivel, nos va a permitir poner sobre la mesa soluciones para que los productores no seamos siempre los más perjudicados en la cadena alimentaria y denunciar prácticas comerciales que se apoyan en un abuso de poder a costa del sector agrario y de los propios consumidores”.