SU CREADOR, UN PROFESOR ISRAELÍ, HA TRABAJADO EN ELLA DURANTE 30 AÑOS.
Un profesor de la facultad de Agricultura de la Universidad Hebrea de Jerusalén (Israel) ha investigado durante 30 años para desarrollar un nuevo tipo de papa capaz de crecer en las peores condiciones posibles, en climas extremos y que, además, se puede regar con agua salada.
Según el profesor que ha desarrollado la papa en cuestión, David Levy, se trata de un hallazgo “importantísimo” para países de Oriente Próximo, con climas de temperaturas muy altas y escasos recursos hídricos.
Levy considera que con este nuevo tipo de papa posibilitará a los agricultores de la región tener sus propias cosechas e incluso exportarlas a otros países, mejorando su economía.
Además, Levy confía en que el descubrimiento ayude a tender lazos de entendimiento entre los habitantes de la zona. De hecho ya se están celebrando reuniones de científicos de Jordania, Egipto, Líbano, Israel y Marruecos para compartir conocimientos y tender puentes en información y tecnología, según informa la Federación de Comunidades Judías de España.
Lo que no ha trascendido aún es la información sobre la seguridad que proporciona la modificación genética del tubérculo, así como la tolerancia del humano ante esta nueva papa.