ASAJA Alicante ha denunciado que las medidas excepcionales establecidas en el Reglamento Delegado 1031/2014 y su modificación posterior, Reglamento Delegado 1371/2014, ambos relacionados con el veto ruso, están suponiendo “todo un agravio” para los agricultores alicantinos, justo a quienes deberían beneficiar con estas acciones, tal y como anunciaron.
Sin embargo, para la organización, estas acciones no están llegando a los verdaderos perjudicados por el veto ruso, ya que cree que “se han orientado desde un principio a la compensación económica de las empresas que controlan la estructura comercial de nuestro país”.
Por su parte, el conseller de Agricultura, José Císcar, ha pedido al Magrama una nueva negociación con la CE para ampliar las medidas compensatorias para los cítricos ante el veto ruso a las importaciones de frutas y verduras.
Para ASAJA, por ejemplo, la distribución a entidades benéficas para su consumo en fresco se encuentra subvencionada al 100%, pero los productos se deben presentar en envases de 25 kg debidamente etiquetados, lo que supone “un claro impedimiento” para muchos alicantinos que se dedican a la producción de frutas y hortalizas.
“Los agricultores están indignados. Ven que, por mucho que hablen, siempre benefician a los mismos y, realmente, los productores podrían generar más empleo y riqueza para todos, pero nunca se les apoya suficiente, ni tan siquiera cuando son ellos los principales perjudicados de una situación y prometan ayudarles. Al final los ‘fuertes’ de la cadena siempre tienen más compensaciones”, denuncia el presidente de ASAJA Alicante, Eladio Aniorte.
Además, los costes de recolección y transporte no están subvencionados, por lo que corren a cargo del productor, que muchas veces se ve obligado a buscar otros destinos diferentes a la distribución en entidades benéficas.
La única salida factible es hacer zumos, pero se han quedado muchos agricultores fuera.
En otros destinos, se han fijado precios inferiores a los de la distribución a entidades benéficas y tampoco están subvencionados los gastos de recoger el producto y desplazarlo hasta donde se vaya a utilizar. En este caso, se pueden alcanzar acuerdos con el destinatario para sufragar gastos.
Así, en estas ayudas del veto ruso, sólo ha habido una alternativa factible, la transformación para zumo para distribución gratuita con pago en especie. El problema es que la fecha de aprobación de esta medida (16/12/2014) y el plazo máximo para poder solicitarla (26/12/2014) fue efímero, por lo que, una vez más, muchos productores individuales han quedado fuera.
Ante esta situación, ASAJA Alicante – Jóvenes Agicultores exige a la administración que vuelva abrir los plazos para que los agricultores puedan pedir acogerse y se vean beneficiados, al menos, por una de las medidas del veto ruso. Por todo ello, quienes venden su producción en el árbol, la mayor parte de los agricultores de la Comunidad, han sido marginados de las acciones de apoyo.
“La gestión, al final, ha sido lamentable. Sabíamos que no iba a perjudicar tanto como se iba predicando, pero el productor que sí le ha ‘tocado’ porque exportaba a Rusia no ha encontrado soluciones. Una vez más, las millonadas que destina la Unión Europea benefician a los mismos, a los fuertes, mientras que las administraciones españolas tampoco han hecho nada para solucionarlo.”, apostilla el presidente Aniorte.
Por último, ASAJA ha recalcado que la Unión Europea ha prorrogado estas ayudas hasta junio “con la coartada” de que las medidas de emergencia beneficiarán a los agricultoresde 12 países de la Unión Europea. “Todo es una gran farsa pues los 165 millones de euros que anuncian a bombo y platillo en prensa, no han servido para nada.
Han establecido un entramado burocrático y farragoso para que sea imposible que el dinero llegue a los agricultores independientes. Más de lo mismo, ruina para el productor, mientras se lucra a otros agentes de la cadena. Al menos, que recuperen la transformación en zumo”.
El conseller de Agricultura ha señalado que el cupo establecido para la Comunitat en el año 2015 ya se ha consumido, a pesar de los cuatro meses de campaña que quedan, lo que coloca al sector citrícola en “una situación complicada”.
Císcar ha destacado que “se han quedado cortas” las cantidades previstas para la retirada del mercado de este producto, calculadas en base a lo exportado a Rusia en los tres últimos años y para aliviar la presión sobre este producto.
Por ello, el conseller ha reiterado “la necesidad de ampliar la asignación de toneladas para el grupo de cítricos” y ha agradecido “el esfuerzo” realizado desde el Gobierno de España para la inclusión de los cítricos en las medidas compensatorias previstas en el reglamento de la UE.