COSTAS SE ENCARGÓ DEL DERRIBO DE LA DECENA DE CUARTOS.
Los pocos pescadores que quedan en activo en La Aldea han sido testigos del reciente derribo de los cuartos de pertrechos, levantados por ellos mismos, durante la década de los 80 en la playa de las barquillas.
Uno de los mayores, Nicolás Armas, relata a Agroaldea que tras varios accidentes ocurridos en el verano con las nasas y otros aparejos, el Ayuntamiento les autorizó a levantar estos cuartos en los que ponerlos a salvo.
Al tiempo que relata los inicios, Nicolás Armas se muestra muy crítico con las Administraciones y el sector pesquero de La Aldea: “tenemos uno de los mejores mares, buena y abundante pesca, crean leyes, pero no ponen los medios para cumplirla. Mire, hoy quedan menos de diez que se dediquen a esto. Cuando terminen lo que dicen que van a hacer en el muelle, ¿quedará alguien?”.
Los pescadores profesionales más jóvenes, también se expresan en la misma línea: “la pesca en La Aldea, podría dar muchos puestos de trabajo, pero los políticos nunca han hecho nada, y lo poco que hacen es fastidiar con leyes que, aquí, no se pueden cumplir”.
En cuanto a los cuartos desaparecidos no quieren opinar. Manifiestan su malestar por lo que ha sido una dejación con mayúsculas por parte de las autoridades. Tener aparejos o no, ya no supone un problema en un muelle donde el 85% de las embarcaciones son para recreo.
Los profesionales destacan la labor de la edil de Pesca, Rosa Godoy, que ha mantenido varias reuniones y ha presentado el proyecto del puesto de primera venta, que comenzará a construirse en breve. Armas expresa “por lo menos le hemos visto el pelo y nos tiene en cuenta: espero que le dure”.
Nicolás Déniz es otro pescador aficionado que supera los “setenta y pico” y recuerda cuándo se construyeron los cuartos de pertrechos: “a raíz del niño que se cortó un pie con una de las nasas y casi se produce una desgracia”.
Déniz y Armas, coinciden en que los cuartos no debían haberse demolidos hasta no estar edificadas las nuevas instalaciones, porque aunque sean pocos los pescadores, hacían un buen servicio.
Tras el derribo de los cuartos, en el espacio que se ha recuperado se instalarán estructuras para solarium, dotando a la playa de las barquillas de superficies aptas para su disfrute.