EL TRACTOR DE LA COOPERATIVA COMIENZA A ROTURAR LAS TIERRAS PARA CULTIVAR PLATANERAS.
En tiempos de adversidad la inmovilidad y el continuismo no son las opciones más acertadas para sobrevivir en el actual escenario. Y la Cooperativa COAGRISÁN así parece entenderlo. En una decisión sin precedentes, calificada de “histórica” por la coyuntura, ha resuelto diversificar la actividad productiva.
No va a suponer el plátano un cultivo nuevo para La Aldea, conocida en las últimas décadas por ser el único municipio de Canarias que fundamenta su actividad económica en el cultivo del tomate.
A mediados del pasado siglo, la actividad platanera en el municipio, al igual que sucedió con otros monocultivos a lo largo de la historia reciente, fue muy importante, no solo por producción sino por extensión.
Sin embargo, los continuados años de sequía, la dependencia del agua de lluvia y el excesivo consumo de la platanera, provocaron que la mayoría de los productores aldeanos optasen por el tomate, un cultivo de menor requerimiento hídrico.
Para el presidente de COAGRISÁN, Juan José del Pino, esta decisión no supone el abandono de la producción de tomate, ni priorizar el plátano en la estrategia de la cooperativa. Se trata simplemente de diversificar y optar por un cultivo al que, en estos momentos, le va mejor que al tomate.
Por su parte, el director general, Jacinto Godoy, explicó que esta apuesta demuestra el espíritu fundacional y emprendedor de los pioneros de esta cooperativa, a quienes debemos haber llegado hasta aquí, y así demostramos que seguimos luchando por seguir vivos y crecer.
Lo que en infraestructuras suele identificarse con la colación de la primera piedra para anunciar el comienzo de una obra, en el sector primario, mucho más modesto, el anuncio le corresponde al rugido del motor del tractor roturando la primera de las fincas situada en la Majada del Pinillo.
Se trata de una parcela de 4 hectáreas a la que le seguirán otras dos en La Hoya y Tasartico que suman otras 6 hectáreas.
Los técnicos de la cooperativa informan que tan pronto las tierras estén preparadas y las infraestructuras precisas finalizadas, se procederá a la plantación de unas 35.000 plataneras dentro de unos cinco meses.
Las variedades elegidas son la Brier y la Gruesa Palmera, combinadas en invernadero y aire libre y que comenzarán con el tratamiento integrado y en ecológico.
Una de las novedades más interesantes, apuntan los técnicos, será el aprovechamiento de los restos de tomateros a final de campaña para producir compost que servirá para abonar los cultivos de plataneras, dando solución con ello, a uno de los problemas que hasta la fecha ha sido el más difícil de resolver.
Esta diversificación no sólo beneficiará a COAGRISÁN, sino que favorecerá a La Aldea, generando empleo y dinamizando la economía local. De este modo, la cooperativa, empresa de marcado carácter social, demuestra su compromiso con el tejido productivo y social del municipio, explica Godoy.
Los cooperados consultados por este medio coinciden en que La Aldea vuelve a recuperar un cultivo histórico que nunca llegó a perder del todo. Y, sobre todo, destacan el balón de oxígeno que supondrá para la cooperativa ante el inmovilismo continuado de las administraciones con el sector del tomate.
Mucho optimismo, alegría incontenida y grandes dosis de motivación son la tónica dominante tras la decisión asamblearia que, sin duda, ha sido y será histórica.
Desde este medio felicitamos a COAGRISÁN y le deseamos mucho éxito en esta nueva empresa que seguramente, tras los logros cosechados con el tomate, no serán menos con el plátano.