ABRE EN LA CAPITAL GRANCANARIA ESTA NOVEDOSA FRUTERÍA Y ZUMERÍA QUE TRATA DE LUCHAR POR EL “PRECIO JUSTO”.
El modelo de negocio de esta empresa moderniza las fruterías tradicionales y se salta la cadena de distribución de las grandes superficies. “Aquí no se pelea por el precio más barato, sino por el más justo” afirma el presidente de Cosecha Directa, Antonio Suárez.
El emprendedor Ángel Perera, al haber trabajado durante años en una finca ecológica, decidió llegar a un acuerdo con la Cooperativa Cosecha Directa y abrir, en la zona de La Minilla de Las Palmas de Gran Canaria, la frutería y zumería Dr. Fruit, donde el agricultor vende de forma casi directa al consumidor, evitando los intermediarios y pagándole un “precio justo”.
Perera lamenta que “desgraciadamente, muchos agricultores han abandonado la tierra, porque no les compensa”. Según él, el motivo es que las grandes multinacionales hacen balance de lo que cuesta el kilo en países extranjeros y barajan importar mediante intermediarios los productos que ya se cultivan en las Islas, lo que hace que el productor se vea obligado a vender su cosecha por debajo del coste. “No podemos pretender que el agricultor sea quien siempre pierda y soporte las pérdidas en olas de calor y frío”, aclara.
Ante una situación que califica como “grave” y que beneficia a las empresas intermediarias que reciben una subvención por transportar la mercancía, advierte que “si no tomamos medidas el sector tenderá a desaparecer, yo diría que ahora se encuentra casi en quiebra técnica”.
Perera considera que ha llegado el momento de que el sector agrícola y comercial canario “reaccione” con iniciativas como la defendida por Dr. Fruit, que define como una manera de dignificar al colectivo. Se trata de un nuevo modelo de negocio aplicado a las fruterías tradicionales, en el que se saltan las cadenas de distribución y los periodos de almacenamiento y la maduración en cámaras frigoríficas, promoviendo el denominado “producto de km 0”.
El presidente de la Cooperativa, Antonio Suárez, describe la iniciativa como una apuesta por las tiendas de cercanía modernizadas, en las que el agricultor es partícipe de la cantidad a la que se vende el producto. “Aquí no se pelea por el precio más barato, sino por el más justo. No se puede exprimir al productor”, manifiesta. Perera añade que “si cultivar un tomate cuesta 0,60 céntimos, ellos van a recibir como mínimo ese coste”.
Suárez explica que el salto en la cadena de distribución permite que las frutas no salgan más caras de lo que se podrían conseguir en una gran superficie y valora el paso significativo que supone que tanto los pequeños productores como los comerciantes estén dispuestos en sacar el proyecto adelante “codo con codo”.