LOS BENEFICIADOS: LAS EMPRESAS FRANCO-MARROQUÍES Y LA DEL REY ALAUÍ.
La comisión de Comercio Internacional del Parlamento Europeo (INTA) ha votado a favor del nuevo acuerdo agrícola con Marruecos, que permitirá una mayor entrada en el mercado comunitario de tomate marroquí.
Los agricutores españoles no se han hecho esperar y criticaron el acuerdo porque aseguran que Rabat no respeta las reglas de precios y contingentes del convenio en vigor y los eurodiputados españoles del PP y PSOE habían anunciado que votarían en contra.
El nuevo acuerdo fue negociado en 2010 entre Rabat y Bruselas y ha recibido el visto bueno de los Veintisiete, pero necesita la ratificación de la Eurocámara para su entrada en vigor. Tras el voto de ayer, está previsto que el pleno se pronuncie definitivamente el próximo 15 de febrero.
Las empresas más beneficiados son tres grandes: las franco-marroquíes Azura y Soprofel, y los Dominios Agrícolas, joya del emporio del rey de Marruecos. Sin embargo, los trabajadores se encuentran con falta de protección social y pésimas condiciones de trabajo, ha denunciado el eurodiputado de los Verdes, José Bové, circunstancias sobre las que la UE parece querer cerrar los ojos.
Además, las tres empresas tienen invernaderos en la región de Dajla como reconocen en sus páginas web, en clara violación de la legalidad internacional, que establece que para que la explotación de los recursos naturales de un territorio no autónomo, como el Sáhara, sea legal, el pueblo autóctono debe dar su visto bueno. También que la explotación de esos recursos tiene que repercutir en la población, en este caso, la saharaui.
Los eurodiputados han enmendado la recomendación redactada por el francés Bové (Verdes) que pedía tumbar el acuerdo porque colocaría a los productores europeos “en una dura competencia difícil de mantener”.
Bové también criticaba la falta de una evaluación de impacto económico y medioambiental del nuevo convenio y la situación del Sáhara occidental, cuya población denuncia que es excluida de los acuerdos con Marruecos.
El texto definitivo ha superado el voto en la comisión europarlamentaria con 23 apoyos, una abstención y cinco voces negativas, entre ellas las de los tres españoles con voto en esta sesión: Pedro Zalba (PP), Auxiliadora Correa (PP) y Emilio Menéndez del Valle (PSOE).
La eurodiputada socialista Pepa Andrés ha dicho que el voto negativo de los españoles es una “señal directa” a Bruselas para que atienda a las preocupaciones del sector y “reaccione” ante problemas básicos como los precios y contingentes de entrada, los controles fitosanitarios y el “resarcimiento” a los productores europeos.
La suerte está echada.