“No vamos a tener miel de retama para vender”, señalan desde Apiten sobre los efectos de los malos resultados.
Las heladas, la falta de lluvia en meses claves y el viento han dejado este año a los apicultores -y consumidores- de Tenerife sin producción de miel de retama.
Esta es una de las variedades con mayor tradición de las que existen en la Isla y que también se caracteriza por elaborarse en el Parque Nacional de las Cañadas del Teide y en zonas aledañas.
El presidente de la Asociación de Apicultores de Tenerife (Apiten), Roberto Marrero, explica que, cuando un año es meteorológicamente malo para la miel, la retama florece pero sin néctar. Y eso es lo que ha ocurrido durante los últimos meses. “No ha llovido, más bien se ha metido frío; entonces se acabó quemando toda la flor”, apunta.
La mala campaña, eso sí, no significa la ruina para los apicultores, como es frecuente que suceda en otro tipo de producciones cuando se dan resultados negativos. Esto se debe a que, de los 670 productores tinerfeños de distintas modalidades de miel, solo cinco se dedican profesionalmente a esta actividad.
El representante del sector deriva la explicación sobre la referida problemática, hacia la disminución de colmenas que pretende realizar el Parque Nacional, después de que un estudio planteara que las abejas dañaban la retama y el tajinaste, sobre lo que Apiten ya se había quejado. “Que un año no cojamos miel nos preocupa, pero lo que nos preocupa más es que muchos apicultores veteranos, que conocían lo que iba a ocurrir, no subieron las colmenas al Teide”, indica.