EL PERÍODO DE PROCREACIÓN DE LA ESPECIE HA SIDO DE LOS MÁS FRUCTÍFEROS.
Lo que está bajo el mar casi siempre pasa desapercibido, sin embargo y a pesar de la oscuridad del fondo, un interminable tapiz de erizos está creando un erial en la costa de La Aldea. La franja de expansión de esta plaga se adentra en el Lugar de Interés Científico de la costa de Gu-Guy.
En otras zonas de Canarias, como La Gomera, se ha intentado buscar una solución positiva a la plaga que está arrasando los fondos de Canarias. Esta apuesta pasa por incluir en la gastronomía las huevas de esta especie.
No obstante, mientras cuaja la idea el erizo de púas largas, diadema antillarum, continúa su expansión dejando enormes blanquizales estériles en los fondos marinos. El voraz apetito del erizo acaba con cualquier resto de vida que, al no tener alimento, termina abandonando el lugar.
Pescadores y buceadores coinciden en que la expansión de esta especie en la costa de La Aldea ya ha pasado de problema a plaga difícil de controlar.
La costa de La Aldea es considerada como una de las mejor conservadas de la isla de Gran Canaria. De hecho, buena parte de la misma fue designada por la UE como Lugar de Interés Científico. También la Reserva de la Biosfera contempla una parte de ella.
Sin embargo, ni las calificaciones de Epacio Protegido han servido para que las Administraciones que tienen competencias hayan realizado intervención alguna.
Desde el Ayuntamiento de La Aldea, la concejala de Pesca y Medio Ambiente, Rosa Godoy, reconoció que se ha dirigido en numerosas ocasiones al Gobierno y al Cabildo para solicitar actuaciones que permitan reducir la plaga.
Rosa Godoy manifestó no tener ninguna respuesta que se materialice en acciones concretas sino en palabras de buenas intenciones. A la ya descabezada actividad pesquera de La Aldea, solo le quedaba que la desidia de la Administración la haga desaparecer. A ella y al litoral costero del Oeste de Gran Canaria.