YA CUENTAN CON LA PROTECCIÓN NACIONAL TRANSITORIA A LA ESPERA DE SU INCLUSIÓN EN EL REGISTRO COMUNITARIO.

El Boletín Oficial del Estado, BOE, recogió ayer la publicación de las Órdenes de 27 de febrero de 2012 de la consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Aguas del Gobierno de Canarias, por las que se concede la protección nacional transitoria a la Denominación de Origen Protegida “Miel de Tenerife” y a la Indicación Geográfica Protegida “Gofio Canario”. 
Este reconocimiento, del que disfrutan ya las Papas Antiguas y el Plátano de Canarias, supone que estos productos cuenten con un distintivo de calidad nacional, a la espera de que la Unión Europea tramite la solicitud para la concesión de la protección europea definitiva.

Estos sellos, solicitados por la Asociación de Apicultores de Miel de Tenerife (APITEN) y la Asociación de Productores de Gofio de Canarias respectivamente, y tramitados por el Instituto Canario de Calidad Agroalimentaria (ICCA), permitirá que sólo la producción isleña obtenida bajo los controles y certificación requeridos podrá comercializarse aludiendo a las Islas.

Con ello, se evitará la competencia desleal y posibles fraudes; al tiempo que permite ofrecer al consumidor un producto con un origen y calidad diferenciadas y certificado y crear una marca colectiva que vincula la imagen del producto a este territorio.

Las mieles producidas en Tenerife tienen como principal sello de identidad la aportación de la flora endémica de la isla, lo que da lugar a unas variedades con singulares características organolépticas. Es el caso de la miel de Retama del Teide, una variedad especialmente apreciada que se produce a partir del néctar de esta especie endémica que está presente en el área del Parque Nacional de Las Cañadas de El Teide.

Además de la singularidad de la flora autóctona, cabe destacar que las Islas cuentan con una subespecie exclusiva, la Abeja Negra Canaria, una joya de la biodiversidad que ha logrado adaptarse a las particularidades del clima y floración locales. Las mieles tinerfeñas, caracterizadas por su gran variedad de colores, sabores y tipos, son también el fruto del saber hacer y la experiencia de los apicultores de la isla y albergan la esencia de una producción artesanal.

El Gofio es un producto originario de Canarias que constituye el alimento más tradicional de las Islas y un referente de identidad, cuyas prácticas de elaboración conservan la esencia de las técnicas tradicionales utilizadas por los antiguos canarios.

Pese a la incorporación de sistemas mecánicos mínimos para la realización de algunas de las fases del proceso de elaboración, como la limpieza y la molturación de cereal se siguen conservando, gracias a la experiencia del maestro molinero, tanto el fundamento del tostado como del molido, procedimientos que le aportan una particular autenticidad a la vista, olfato y al tacto. Así, en muchas industrias, se han desarrollado fórmulas para obtener los mejores gofios desde el punto de vista organoléptico, partiendo de recetas antiguas trasmitidas de padres a hijos.

Figuras de protección
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La Indicación Geográfica Protegida (IGP) para el Gofio y la Denominación de Origen Protegida (DOP) para la Miel de Tenerife, constituyen figuras de protección que hacen referencia a una región, un lugar determinado o, en casos excepcionales, a un país que sirven para designar un producto agrario o alimenticio; permitiendo que las marcas distinguidas pasen a tener reconocimiento comunitario y por tanto puedan beneficiarse de la protección y acciones que tiene prevista la normativa comunitaria para alimentos de calidad diferenciada.

La diferencia entre ambas figuras reside en que la DOP se atribuye exclusivamente a variedades autóctonas, con un marcado vínculo geográfico, propias de una zona determinada como ocurre con la Miel de Tenerife, mientras la IGP se refiere a productos que no proceden de variedades locales, pero cuya calidad es el resultado de prácticas y técnicas tradicionales vinculadas a un lugar concreto, como sucede con el Gofio.