PERTENECE A LA FIRMA DE NATURAL GROWERS QUE PRACTICA LO QUE ALGUNOS DENOMINAN AGRICULTURA DE PRECISIÓN.
Hace unos días la prestigiosa certificadora estadounidense NSF otorgaba por segundo año consecutivo a la firma almeriense Natural Growers (de capital inglés) su máximo distintivo, certificado Oro, lo que la convierte en la mejor finca productora del continente europeo, ya que fue la única explotación que obtuvo dicho galardón en el año recién finalizado.
Un año antes también lo había logrado, junto a otras dos productoras europeas que sin embargo en esta ocasión (2013) no lo recibieron, quedando así Natural Growers en solitario en el escalón más alto, y convirtiéndose además en la primera empresa que recibe el Oro de NSF en dos ediciones sucesivas. Así que el titular, “el mejor invernadero de Europa”, hay que entenderlo en el contexto de esta certificación.
El responsable de la finca, el agrónomo roquetero Paco Miranda, trabaja dentro de las 10 hectáreas de invernaderos de cristal, situados entre Retamar y Cabo de Gata.
Lo que Natural Growers hace es lo que algunos denominan agricultura de precisión. Control de riego (a través de un programa de déficit hídrico), del clima, del CO2, de la calefacción nocturna o de cualquier variable de la producción. En la finca todo está estudiado al milímetro.
Por ejemplo, se sacan medias porcentuales de la productividad de cada trabajador día a día (se premia con mejor sueldo a los peones más eficientes y se motiva a los que tienen porcentajes más bajos).
Se cultiva en lana de roca y en los tratamientos no usan ninguna materia activa. En cuanto al control biológico tienen en exclusividad algunos depredadores, algo que está al alcance de muy pocos. Por otro lado, también es sobresaliente el aprovechamiento de los lixiviados, todos los drenajes tienen un uso posterior como nutrientes.