Para realizar la labor de guarapero y obtener la miel de palma se precisa de un carné que da el Cabildo de La Gomera.
El pleno del Parlamento de Canarias ha aprobado por unanimidad una proposición no de ley por la cual se insta al Gobierno canario a defender el uso del concepto miel de palma y la denominación de origen de ese producto de La Gomera ante el ejecutivo español y la Unión Europea.
La propuesta es fruto de un acuerdo institucional, después de que los grupos Podemos y Mixto presentasen proposiciones no de ley y aceptasen en enmiendas del resto de formaciones representadas en el Parlamento de Canarias.
El Parlamento canario pide al Gobierno regional que apoye un plan de gestión de la palma canaria que haga hincapié en la protección de la especie y en la variable económica, y se propone invitar a una delegación del Ministerio de Agricultura y de la Comisión Europea a visitar a los productores de La Gomera.
Durante el debate parlamentario el diputado del grupo Podemos, Francisco Déniz, opinó que no reconocer la miel de palma es una falta de respeto al acervo cultural, y recordó que se trata de un producto que se conoce desde el siglo XVIII.
El término “miel de palma” hace alusión al producto autóctono más representativo de la gastronomía tradicional de La Gomera, elaborado a partir del guarapo, que es la savia de la palma y que se hace mediante un lento proceso de cocción.
El diputado del grupo Mixto Casimiro Curbelo, de la Agrupación Socialista Gomera (ASG), recordó que para realizar la labor de guarapero se precisa de un carné que da el Cabildo de La Gomera, y añadió que para hacer ese trabajo se necesita energía y juventud.
Casimiro Curbelo cree que la negativa de la Unión Europea a reconocer la denominación de origen de la miel de palma se debe al desconocimiento, y preguntó por qué pueden temer a ese producto si ha convivido durante siglos con la miel de abeja.
La diputada del grupo Socialista Ventura del Carmen Rodríguez criticó que cuando la Unión Europea dejó la miel de palma fuera de la regulación de las mieles nadie levantó la voz, y consideró que hay una oportunidad para hacer entender que se trata de una excepcionalidad y que los grupos de presión de la miel de abeja europeos pueden estar tranquilos porque es poca la producción.