Los plátanos verdes han pasado de ser destinados al ganado a una alternativa saludable.
Los plátanos verdes de Canarias son la materia prima para la elaboración de una esponjosa harina con la que se puede hacer galletas, bizcochos y magdalenas para celíacos, ya que no tiene gluten, y también es apta para diabéticos.
Los plátanos con los que se prepara esta harina son frutas sin madurar, aún verdes, que no cumplen con la norma de calidad por su aspecto y suelen destinarse en la mayoría de las ocasiones para la alimentación de ganado o compostaje, según la científica del Instituto Canario de Investigaciones Agrarias, Ana Piedra-Buena.
Esta harina, además, contiene muy buenos niveles de potasio y magnesio, importantes para el funcionamiento muscular, lo que la hace atractiva para otro tipo de consumidores, como los deportistas y los niños.
El almidón que tiene, de lenta absorción, se comporta como si fuera una fibra, lo que reduce el colesterol y previene las enfermedades cardiovasculares, destaca la investigadora, quien ha detallado que la harina ha tenido muy buen comportamiento sobre todo en la elaboración de repostería.
En la fabricación de los panes hay que combinarlas con otras harinas y aún queda por probarla en masas de pizza y en pasta antes de que pase de ser algo que se investiga a pequeña escala en un laboratorio en un proyecto industrial.
Ya hay algunos empaquetadores de plátano de Canarias, que son los que generan los excedentes, interesados en instalar una pequeña industria elaboradora de harina anexa a sus empaquetadoras.
El proceso para obtenerla es muy sencillo: primero se le quita al plátano la cáscara para ponerlo en remojo antes de deshidratarlo hasta eliminar completamente el agua, lo que tarda en torno a unas 16 horas.
Una vez seca, la fruta se tritura en un molino para obtener la harina libre de gluten que posteriormente se utiliza para elaborar cualquier postre, ha detallado otra de las científicas del proyecto Gloria Lobo, también del Instituto Canario de Investigaciones Agrarias.
Una de las personas que ya ha probado esta harina es José Luis Iglesias, portavoz de la Asociación de Celíacos de la provincia de Santa Cruz de Tenerife, quien la describe como un producto muy similar a la harina con gluten.
Iglesias espera que cuando se comercialice el precio de esta harina sea inferior al de otras sin gluten que ya hay en el mercado, cuyo precio es tres veces superior al de la harina tradicional.
Resalta que se trata de un producto de calidad que ha sido bien acogido por los celíacos que la han degustado en repostería y también, curiosamente, por los turistas que visitan Canarias.
Los visitantes extranjeros valoran este producto, al ser algo diferente que no habían probado antes y que tiene un ligero sabor a plátano, señala el portavoz de la Asociación de Celíacos, que ha participado en este proyecto dando a probar el producto.
“El celíaco dice que es maravilloso en comparación a las magdalenas elaboradas a partir de otras harinas sin gluten que ha probado”, asegura el portavoz de la asociación, interesada en que este producto llegue pronto a los consumidores.