En la misma estuvieron presentes el consejero de Agricultura y el viceconsejero de Sector Primario del Gobierno de Canarias y la representación de la comisión de Agricultura del Parlamento de Canarias.
El presidente de FEDEX, José Juan Bonny, agradeció al secretario general su visita así como al consejero y al viceconsejero el trabajo realizado para que este encuentro fuera posible. Agradecimiento que hizo extensible a los miembros de la comisión de Agricultura del Parlamento y a las autoridades de Arico presentes.
Las patronales canarias del sector hortofrutícola de exportación trasladaron al secretario general de Agricultura y Alimentación, Carlos Cabanas, sus principales preocupaciones y las causas que generaron la crisis actual, entre las que se encuentran la llegada de plagas, lo que obligó a cambiar semillas; la competencia de terceros países; el aumento de los costes de producción; el mantenimiento en destino de los precios de venta; el transporte y los problemas de financiación.
En este sentido, demandaron unas compensaciones estables que permitan a los productores tener una planificación, algo con lo que coincidió el consejero de Agricultura, Ganadería, Pesca y Aguas, quien aseguró que analizarán esta circunstancia con el Ministerio para que esa ayuda sea lo más adecuada posible.
Por su parte, el secretario de estado manifestó su compromiso con el sector y el ánimo de trabajar conjuntamente con el Gobierno de Canarias para lograr un buen Plan que, además de cumplirse, permita continuar con la actividad. Con tal efecto analizarán qué compensaciones se pueden establecer para paliar el sobrecoste que tiene la producción de este cultivo en las islas.
En la jornada, el doctor en economía de la Universidad de La Laguna, José Juan Cáceres, presentó los informes del estudio de costes e impacto socioeconómico encargados por la consejería.
Los análisis de costes y de impacto ponen de manifiesto que el sector del tomate ha aportado en los últimos ocho años 80 millones de euros anuales a la producción final agraria, cifra equivalente al 0,22% del Valor Añadido Bruto de la economía canaria, pese a que desde 2008 el empleo de esta actividad se haya reducido a una tercera parte.
La jornada se celebró en la Cooperativa Agrícola Nuestra Señora de Abona, en Arico, y continuó con una visita al empaquetado de la SAT Raymi y las estructuras de cultivo de Bonnysa en el municipio de Granadilla.
Tanto Quintero como Cabanas coincidieron en señalar la necesidad de situar a los cultivos de las islas en igualdad de condiciones en Cádiz, y apostaron por mantener la ayuda al transporte. En este sentido, Narvay Quintero abogó por anclarla en el REF económico que se acuerde finalmente con el Estado.
La intención es que el plan estratégico del tomate esté terminado antes del mes de julio del próximo año y se combinará con la ayuda a la hectárea, que se ha establecido de forma excepción y mientras se implementa el plan en 11.000 euros, para intentar salvar un sector que ha sufrido mucho en los últimos años, aunque desde 2014 parece haberse frenado la caída.
“Los análisis dejan muy claras las desventajas que el sector sufre, sobre todo, por los costes de producción, lo que hace necesario que lleguen a Cádiz en igualdad de condiciones y así poder competir con las producciones de la Península, cuyos costes son mucho menores”, explicó Narvay Quintero.
El consejero de Agricultura, Ganadería, Pesca y Aguas afirmó que hay un alto grado de entendimiento con el Ministerio entorno a este asunto. “Lo que tenemos que conseguir es un plan real y realista que, aplicado al sector, tenga como resultado la recuperación de un cultivo que ha sido muy importante para el Archipiélago”.