Eurostat ha publicado un informe en el que revela esa evolución entre los años 2003 y 2013.
Una de cada cuatro granjas que había en la Unión Europea (UE) en 2003 ha desaparecido diez años después, pese a que la cantidad de terreno dedicado a la agricultura ha permanecido estable, según las cifras publicadas por la oficina comunitaria de estadística, Eurostat.
Pese a que este marcado descenso -equivalente a un 27,5 % respecto a 2003- redujo el total de granjas a 10,8 millones de granjas en los Veintiocho, la cantidad de tierra trabajada se mantuvo prácticamente estable, con un ligero aumento del 0,1 %, hasta llegar a las 174,6 millones de hectáreas.
“Esto significa que ha aumentado la concentración de la agricultura, con un aumento de la superficie media que tiene cada explotación del 38 %, pasando de 11,7 hectáreas en 2003 a 16,1 hectáreas en 2013″, indicó Eurostat, que indicó que la tendencia se registró en todos los países salvo Chipre. En el caso de España, el descenso en la citada década fue menor, del 15,4 %, lo que dejó en 965.000 el número de granjas, es decir, un 8,9 % del total de la Unión Europea.
La cantidad de tierra utilizada para fines agrícolas también cayó de 2003 a 2013 en un 7,4 %, hasta quedarse en 23,3 millones de hectáreas. Esto no impidió que España fuera en 2013 en segundo país de la Unión Europea en cantidad de tierra agrícola, con un 13,4 % del total de la UE, solo por detrás de Francia que acumulaba el 15,9 % del total.
Los datos muestran también el envejecimiento de los agricultores y ganaderos. De los 10,8 millones de explotaciones agrícolas que hay en la UE, casi 3,5 millones (un 31,1 % ) estaban en manos de personas mayores de 65 y otros 2,6 millones (24,7 %) estaban entre los 55 y 64 años. Por el contrario, los menores de 35 años representaron solo el 6 % de todos los administradores de fincas.
En el caso particular español, el 33,3 % de los granjeros tienen más de 65 años, el 25,2 % se sitúan entre los 55 y los 64 años, otro 25 % entre los 45 y los 54 años, para descender al 12,7 % en el caso de los que se encuentran entre los 35 y los 44 y a solo un 3,7 % a aquellos menores de 35.
Esto supone que un tercio de los granjeros tienen más de 65 años, situación que se repite en Croacia y que se acentúa en Lituania (34 %), Bulgaria (36,7 %), Italia (39,7 %), Chipre (40 %) y Rumanía (41 %), hasta llegar a Portugal, donde la mitad de estos superan esa edad.
En el caso de los más jóvenes, aquellos menores de 35 años, en ningún país suponen más del 10 % del total de los granjeros, a excepción de Polonia (12,1 %) y Austria (10,9 %).