LA EMPRESA NIWA HA CREADO EL PRIMER SISTEMA HIDROPÓNICO COMPACTO ‘INTELIGENTE’ UTILIZANDO EL CROWDFUNDING.
El emprendedor español Javier Morillas, junto a Agnieszka Nazaruk, han creado el primer sistema hidropónico compacto inteligente. Se trata de Niwa, un pequeño invernadero que cabe en el salón de casa y se conecta con el móvil.
La iniciativa ha recaudado más de 100.000 euros en la plataforma de ‘crowdfunding’ Kickstarter. Los creadores basan su idea en que “la agricultura es una actividad gratificante. Si el ciudadano pudiese cultivar en casa sus propios alimentos, además de ganar en frescura y calidad, ayudaría al medio ambiente.”
Con este punto de partida, Morillas empezó a trabajar en la idea hace un año y medio, tras reflexionar sobre los largos viajes que hacían las hortalizas antes de llegar al consumidor final. «Idealmente podríamos cultivar parte de nuestros vegetales nosotros mismos para ganar frescura y calidad, además de ahorrar combustible y emisiones contaminantes», comenta. ¿El problema? La falta de conocimientos, tiempo o espacio.
Morillas empezó entonces a concebir una solución tecnológica que se encargase de esa «complejidad» y dejase al usuario «sólo la parte divertida y gratificante». Así nació Niwa.
Niwa es un sistema hidropónico (usa disoluciones minerales en lugar de suelo agrícola) totalmente automático que incorpora una serie de sensores y actuadores para crear el «clima perfecto» para cada planta y cada fase de su vida. El dispositivo controla la luz, la temperatura, la humedad y la frecuencia de riegos. Todo ello conectado a internet vía WiFi, de forma que el usuario puede cambiar los parámetros con su móvil o tableta desde una aplicación.
La «clave» de Niwa es la facilidad de uso. El consumidor sólo tiene que plantar las semillas o plantas que quiera cultivar y anotarlo en la aplicación móvil. «Automáticamente se cargará un programa para ese cultivo con todos los parámetros necesarios», explica Morillas. Además, estos parámetros irán cambiando según las necesidades de los productos. «Niwa se va adaptando a tus plantas», afirma el emprendedor, «puedes cultivar tomates, pimientos, fresas, lechugas, hierbas aromáticas o flores».
El equipo ha trabajado directamente con agricultores experimentados para desarrollar los programas de cultivo. «No hay nada similar en el mercado, con lo cual hemos tenido que empezar practicante de cero», señala. El emprendedor indica que su sistema es «el primer paso hacia la producción local para todos».
Entre sus ventajas destaca la sencillez de uso, un diseño compacto que «encaja en los salones más pequeños» y el componente educacional. «Es ideal para que los más pequeños reconecten con lo natural en el mundo urbano, a veces demasiado artificial», apunta Morillas.
Existen otras opciones hidropónicas para el mercado doméstico, pero no son lo «suficientemente grandes» para cultivar hortalizas y tampoco tienen conectividad o control del clima. Otra alternativa son los «complejos» mini-invernaderos, que tampoco incorporan inteligencia que asista al usuario.
Morillas ha pasado los últimos cuatro meses en China trabajando con diversas fábricas para poder desarrollar un sistema de calidad a gran escala. Tras fabricar varios prototipos, la empresa está lista para la producción masiva.
Para financiarlo han optado por la plataforma de financiación colectiva Kickstarter. Necesitaban 100.000 dólares (73.500 euros) para iniciar la fabricación de los moldes y de las primeras unidades. Ha superado con creces las expectativas. En un mes, ha conseguido recaudar 143.00 dólares (105.000 euros).