salinas bufaderoEl futuro de la sal marina de Gran Canaria pasa por «la necesaria mejora del envasado-etiquetado y sobre todo de la comercialización».

La Consejería de Soberanía Alimentaria del Cabildo se ha propuesto poner en valor la sal marina de Gran Canaria y mejorar la salud de las cinco salinas que atesora la Isla. Una está inoperativa, otra desaprovecha la mitad de sus tajos y todas precisan de obras de rehabilitación y acondicionamiento.

Infravalorada y poco rentable, el futuro de la sal marina de Gran Canaria pasa por «la necesaria mejora del envasado-etiquetado y sobre todo de la comercialización» de un producto histórico y de calidad que forma parte del patrimonio etnográfico y cultural de la Isla.

[quote]Así lo recomienda la radiografía que la Consejería de Soberanía Alimentaria del Cabildo le acaba de hacer a las cinco salinas que quedan en Gran Canaria, cuatro en el Sureste y una en el Norte.[/quote]

Ante el estado actual de los últimos reductos de la otra industria extractiva, el informe técnico aconseja acometer actuaciones de rehabilitación en muros de defensa situados junto al mar, tajos o cristalizadores y cortavientos, mejoras en las canalizaciones y acondicionamientos de cocederos y tomaderos como tareas necesarias para poner al día las instalaciones.

La única de las cinco salinas en la que sal se obtiene sobre un lecho de piedra, la del Bufadero en Arucas, no está produciendo hoy ni un gramo debido a los desperfectos que presentan los tajos. Es el último vestigio de las que jalonaron el Norte, una mina de flor de sal, artículo cada vez más demandado por la alta cocina.

Las cuatro salinas del Sureste son de tipología mediterránea, con tajos de barro apisonado. De ellas, es la de Arinaga, junto al puerto, la que menos aprovecha los que tiene. Dividida en dos, sólo están en producción los 429 de la zona Sur. Los 318 del lado Norte no se trabajan.

Las otras tres están operativas y en buen estado general de conservación. Las salinas de Tenefé tienen 386 tajos en marcha y su producción es de las más altas del Archipiélago. Adquiridas por el Consistorio de Santa Lucía de Tirajana, es la única que envasa y etiqueta varios tipos de sal gruesa y fina.

Próximas entre sí, las de Bocacangrejo y La Florida se ubican al norte de la playa de Vargas y al sur de la del Burrero, en Agüimes. Son privadas y más pequeñas.