El sector agrícola del país alauita está evaluando las pérdidas sufridas por las recientes inundaciones. Los productos más afectados son tomates, pimientos, zanahorias y nabos.
El Gobierno marroquí y los operadores económicos tratan de establecer el volumen total de pérdidas en la la agricultura, que calculan millonarias, tras los daños causados por las inundaciones en el sur del país, que han anegado algunos de los valles más fértiles, en la región del Sous.
Fuentes del ministerio de Agricultura aseguran que es imposible establecer un cálculo, ni siquiera provisional, de los daños causados por la lluvia y las inundaciones, debido a que el acceso a numerosas parcelas es imposible por las numerosas carreteras todavía cortadas o la cantidad de barro acumulada.
Diversos medios han señalado que las explotaciones más afectadas van a ser los invernaderos donde crecen tomates, pimientos, zanahorias y nabos, ya que el temporal ha arrancado y arrastrado miles de metros de plástico y de armazones de los invernaderos.
A estas pérdidas se añade el riesgo que deja el exceso de humedad en cuanto al desarrollo de plagas causadas por los hongos, y que se irán conociendo más tarde.
El diario L’Economiste asegura que los cítricos, uno de los productos estrella de la agricultura del país, no han sufrido tanto, y concretamente las mandarinas, que ya estaban en su mayor parte vendidas o almacenadas en lugar seguro.
Los productores de verduras y frutas, que constituyen con los fosfatos y la pesca el producto marroquí más vendido al exterior, han celebrado ya varias reuniones par estudiar una estrategia común, pero reconocen que es imposible establecer las pérdidas, según fuentes de Apefel, principal asociación exportadora.
Por el contrario, el ministerio de Agricultura ha publicado un único comunicado en el que recuerda que la cantidad de lluvia ha permitido llenar los pantanos en la región (al 92 %) y hace prever una “mejora considerable” de la campaña agrícola 2014-2015.
Las lluvias torrenciales caídas desde el 20 de noviembre en todo Marruecos, pero sobre todo en el sur, han dejado un saldo provisional de 52 muertos y dos desaparecidos, además de puentes caídos, carreteras cortadas y poblaciones enteras anegadas por las aguas durante días.