UNA INNOVACIÓN EN EL MANEJO DE CULTIVOS PROPONE EL USO DEL “HELICÓPTERO DE CULTIVOS”.

Aunque parezca, no es ciencia ficción. La agricultura del siglo XXI también recibe innovaciones tecnológicas que no se quedan a la zaga de otros sectores. En este caso se trata del “pequeño helicóptero” para los agricultores, que permite un mejor monitoreo de los cultivos.

Lo que en un primer momento fue una innovación militar, ha sido adaptado por el Citrus Research and Education Center de la Universidad de Florida, EE.UU., para que sea aplicado en la agricultura bajo la etiqueta de “crop copter” o helicóptero de cultivos.

Sus desarrolladores se han basado en la siempre presente amenaza de enfermedades y el interés por mejorar los rendimientos en los cultivos; por lo que cualquier ayuda es bienvenida para la industria hortofrutícola cuando se trata de monitorear los campos.

Esta tecnología está dirigida a las grandes extensiones, según el profesor Reza Ehsani. Hasta ahora la respuesta a los controles de plagas y enfermedades ha sido la utilización de avionetas y exhaustivas inspecciones en los árboles, explica Ehsani.

Este “helicóptero  agrario” sobre vuela los cultivos tomando fotografías en alta definición, en un curso programado por GPS.

La viabilidad y desarrollo de este helicóptero viene determinada por el coste que supone el alquiler de una avioneta por hora, unos 900$, lo que frente a los 10.000$ que cuesta adquirir el aparato, se amortiza muy rápidamente.

En los grandes cultivos las imágenes aéreas suponen una herramienta fundamental para el manejo de enfermedades, recuento de árboles o planificaciones de riego. Por término medio, los agricultores suelen gastar unos 4.000$ para obtener una imagen completa del cultivo.

Además, alquilar una avioneta no siempre es fácil. A su disponibilidad hay que añadir las condiciones climatológicas y que las avionetas no se pueden acercar al detalle de los cultivos.

Ehsani señala que si se obtienen imágenes del suelo 48 horas después de haber llovido esto permitirá conocer la variabilidad del suelo y crear zonas de manejo.  De la misma forma, si se tiene un problema de drenaje, dentro de las 24 horas en que ha llovido se puede trabajar en lo que se tiene que hacer.

El helicóptero funciona con un GPS por lo que una vez en el aire tan sólo hay que “dejarlo ir”. “Es una herramienta para la toma de decisiones de los agricultores”, señala el experto ya que permite ver cosas que a nivel del suelo no se ven.