Así se puso de manifiesto en la primera de las sesiones de la Jornada organizada por KOPPERT Biological Systems, tras mostrar las experiencias que se están desarrollando en cultivos de tomates y papayos que han logrado el ‘residuo cero’.
En un modelo de Jornada novedoso, en el que los verdaderos protagonistas son los que desarrollan su actividad profesional en sus cultivos, los responsables de la empresa KOPPERT, en España y Canarias, eligieron La Aldea porque el trabajo que se está haciendo supone un “referente en el marco del desarrollo y la aplicación integral”.
Una veintena de agricultores de la provincia de Tenerife y Las Palmas recorrieron buena parte de las 180 hectáreas de La Aldea, en las que lleva trabajando hace dos años para lograr el ‘residuo cero’ y el tratamiento integral de la planta.
Tal como explica el responsable de KOPPERT en Canarias, Rafael Alonso, los resultados son más que evidentes. No solo se logra aplicar un modelo respetuoso con el medio y el propio agricultor, sino que, además, se logra un incremento de la producción y de la calidad, señaló Alonso.
Para el desarrollo integral de la agricultura es fundamental el trabajo en la planta como ‘un todo’. En las últimas décadas, la planta se ha tratado casi en exclusiva en su parte aérea, obviando la raíz, fuente principal de su sostenimiento.
Este nuevo arquetipo de desarrollo incide en el conjunto de la planta, -raíz, tallo y hoja-, por lo que al realizar la intervención integral se está actuando en ‘el todo’ y de ahí los resultados espectaculares.
En La Aldea se viene trabajando en el desarrollo de este modelo de agricultura desde hace más de una década. A la introducción de la lucha integrada y el control biológico de los cultivos, se han ido incorporando sustratos más naturales como la fibra de coco o la implementación de la recirculación.
A todo esto se ha venido a sumar en los últimos años la aplicación de NatuGro, un producto de KOPPERT que, de manera similar al control biológico en la parte aérea de la planta, interviene en las raíces fortaleciendo y saneando el sistema reticular.
Para lograr la cuadratura del círculo, los técnicos de COAGRISÁN mostraron el proyecto de compostaje que podrán en funcionamiento al término de esta zafra, con el que esperan cerrar el círculo de manera global de los residuos en los cultivos.
Al término de esta primera sesión, los participantes mostraron su satisfacción por lo que calificaron de ‘buen hacer’ por parte de sus compañeros aldeanos en el desarrollo de este modelo.
Durante la visita a los cultivos de tomates de COAGRISÁN y Hortícola ALDEANA, así como a cultivos de papayos, los agricultores pudieron intercambiar información y experiencias entre ellos mismos, uno de los objetivos de esta Jornada.