El homenaje del municipio de Telde a los y las trabajadoras del tomate fue lo más destacado de la romería de El Pino.
Con un montaje muy logrado, Telde y la industria del tomate, la carreta que representó al municipio de Telde en la romería-ofrenda a la Virgen del Pino destacó sobre los veinte municipios restantes de la isla, por la escena de dos aparceros amarando tomateros.
Con esta alegoría, Telde se sumó al 130 aniversario del cultivo del tomate canario de exportación que se viene desarrollando desde el pasado mes de enero.
Si bien la carreta no dejaba a nadie indiferente, lo más destacado eran las cientos de historias que contaban quienes se acercaban a la misma; vivencias, semblanzas, retazos y recuerdos de quienes vieron reflejada en esta recreación su pasado no muy lejano.
Sin duda un merecido homenaje a quienes forman parte de la historia reciente de Canarias a través de un cultivo que conformó buena parte del territorio canario y determinó la economía, la demografía y la sociedad de buena parte del siglo XX.
En el municipio de Telde fue donde se inició el cultivo. Fue un empleado de la compañía Swanston, Mr. Blisse, que trabajaba en la construcción del antiguo Puerto de La Luz y de Las Palmas, el que en 1885 plantó las primeras semillas de tomate en una hacienda del Valle de los Nueve, con vistas a su exportación al Reino Unido.
La bondad del clima teldense permitió que la semilla perdurara durante los meses de invierno en lugares como El Goro, La Pardilla, El Caracol, La Garita, Melenara, La Mareta o Jinámar. El cultivo se extendió rápidamente por el resto del Archipiélago y con él las relaciones entre los puertos canarios. Se había conquistado, en ese momento, un destino esencial para la producción agrícola canaria, contribuyendo a que muchos cosecheros y labradores se volcaran en el tomate.
El diseño de la carreta de Telde para la Romería del Pino -del técnico municipal Javier Martel con la ayuda de los trabajadores de la Concejalía de Festejos que dirige Juan Martel- está basado en la composición de su perímetro con ceretos para la ofrenda, portando tomates como elemento principal.
Destaca en su eje central la escena de los aparceros y aparceras en un día de trabajo a gran escala. Así, queda reflejada la composición en su parte vertical y el punto más alto de la carreta, junto a la cucaña distribuida con la escena de los atareos para su plantación que ofrecerá más realismo y significado al diseño.