Así lo manifestó la FEPEX en el El Grupo de Contacto de Tomate del Comité Mixto de España, Italia y Francia.
El Grupo de Contacto de Tomate del Comité Mixto de España, Italia y Francia, que reúne a las administraciones y los sectores de los tres países, se reunió ayer en Roma para analizar la situación de la campaña de tomate y estudiar posibles medidas que contribuyan a mejorar la situación del sector.
El desarrollo de la campaña 2015/2016 se ha caracterizado por los reiterados desequilibrios de oferta y demanda y, como consecuencia, bajos precios debido a la confluencia de varios factores.
Entre ellos destacan el crecimiento de las importaciones comunitarias procedentes de Marruecos, el veto ruso a las importaciones procedentes de la Unión Europea y de Turquía, con el consiguiente desvío de sus exportaciones hacia la UE, y la desfavorable climatología que ha provocado un adelanto de la producción en todas las zonas y consiguiente solapamiento entre los diferentes países productores de la UE, destacando la fuerte presencia en el mercado de Holanda.
La situación de crisis ha puesto en evidencia la ineficacia de las medidas comunitarias de gestión de crisis, que fueron objeto de análisis en la reunión de ayer, en la que FEPEX presentó diferentes propuestas, entre las que se incluyen las medidas excepcionales por el veto ruso y la adopción de precios de retirada diferenciados entre tomate redondo y tomate cherry y una mayor alineación de los mismos con los costes de producción.
FEPEX también planteó en la reunión la mejora de disponibilidad de fitosanitarios mediante el reconocimiento mutuo.
Las importaciones de tomate de la UE procedentes de Marruecos en esta campaña y en el periodo comprendido entre octubre y enero han totalizado 193.072 toneladas, con un crecimiento del 15%, sin que para FEPEX se hayan cumplido las previsiones de un desvío de sus exportaciones hacia el mercado ruso.
Los productores italianos reclaman a Bruselas la cláusula de salvaguardia.
La organización agraria italiana Coldiretti ha pedido a la Comisión Europea que active, con carácter inmediato, la cláusula de salvaguardia incluida en el Acuerdo UE-Marruecos, en relación con la importación de tomate marroquí.
Según la organización, el tomate marroquí importado ha superado ya el contingente establecido en el acuerdo. Además, esta entrada masiva de tomate está hundiendo el mercado italiano y haciendo peligrar la continuidad de las explotaciones.
Según datos del ISMEA (Servicio italiano de información de precios) en el mercado de Victoria en Sicilia, los tomates cherry se encontraban al inicio del mes de marzo a solo 0,58 euros por kilo, mientras que los tomates redondos lisos estaban a 0,35 euros por kilo.
Además, Coldiretti denuncia que el tomate marroquí que entra en la UE ha sido tratado con fitosanitarios que están prohibidos para los agricultores comunitarios, lo que supone una competencia desleal. Añade que los costes salariales en Marruecos son mucho más bajos que en la UE por lo que esta importación supone un dumping social.
Italia produce más de un millón de toneladas de tomate, pero en los últimos años se ha reducido la superficie cultivada, pasando de 30.000 ha en 2000 a 26.000 ha en 2015.