De continuar el actual ritmo de degradación, la tierra cultivable se acabará en 60 años según la FAO.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) pone en marcha el Año Internacional de los Suelos 2015, que tiene como objetivo “concienciar sobre un uso más sostenible de este recurso crítico”.
Para generar tres centímetros de suelo laborable se necesitan 1.000 años y si los actuales niveles de degradación continúan, toda la tierra cultivable podría desaparecer en 60 años, indican desde la FAO.
Con esta acción la FAO busca llamar la atención sobre la importancia de los suelos para la producción mundial de alimentos y, al mismo tiempo, hacer un llamamiento a la comunidad internacional para que se les preste una mayor atención.
“Hoy en día, más de 805 millones de personas padecen hambre y malnutrición. El crecimiento demográfico requerirá aumentar la producción alimentaria en aproximadamente un 60 %. Dado que una gran parte de nuestros alimentos depende de los suelos, es fácil comprender lo importante que resulta mantenerlos sanos y productivos”, sostuvo el director general de la FAO, José Graziano da Silva.
“Por desgracia, un tercio de nuestros recursos mundiales de suelos se está degradando y la presión humana sobre ellos está alcanzando niveles críticos, reduciendo, y en ocasiones eliminando, las funciones esenciales del suelo”, añadió.
La organización con sede en Roma insistió en que “los suelos sanos no solo constituyen la base para los alimentos, combustibles, fibras y productos médicos”, sino que también son esenciales para los ecosistemas y desempeñan “un papel fundamental en el ciclo del carbono, almacenando y filtrando el agua”.
Además, la FAO puso el acento en que “un tercio de todos los suelos se degradan, debido a la erosión, compactación, obturación, salinización, agotamiento de la materia orgánica y los nutrientes, acidificación, contaminación y otros procesos causados por prácticas insostenibles de gestión del suelo”.
“A no ser que se adopten nuevos enfoques, la superficie mundial de tierra cultivable y productiva por persona equivaldrá en 2050 a solo una cuarta parte del nivel de 1960″, aseguró da Silva.
Graziano da Silva insistió en que un centímetro de suelo puede tardar hasta 1.000 años en formarse y puso el acento en que con un 33 % de todos los recursos mundiales de suelos degradados y la creciente presión humana, se están alcanzando unos niveles críticos que hacen que su correcta gestión sea un asunto urgente.
Al menos una cuarta parte de la biodiversidad mundial habita bajo tierra, donde, por ejemplo, la lombriz de tierra es un gigante al lado de pequeños organismos como bacterias y hongos.
Estos organismos, incluidas las raíces de las plantas, actúan como los agentes principales que impulsan el reciclaje de nutrientes y ayudan a las plantas mejorando la ingesta de estos, contribuyendo a su vez a la biodiversidad por encima del nivel del suelo, según el comunicado.
A menos que se adopten nuevos enfoques, la cantidad global de tierra arable y productiva global por persona en el 2050 será apenas un cuarto del nivel de 1960, debido a la población en aumento y la degradación del suelo.
Por ello, desde la FAO sostienen que “una mejor gestión puede asegurar que estos organismos aumenten la capacidad del suelo para absorber carbono y mitigar la desertificación, de forma que incluso pueda capturarse más carbono, ayudando a compensar las emisiones de gases de efecto invernadero procedentes de la agricultura”.