En las dos primeras jornadas de la borrasca se han llegado a registrar más de 80 litros por metro cuadrado en algunos puntos de las islas, así como desprendimientos, y los característicos caideros, cascadas y barrancos que dejan una estampa espectacular.
El municipio de Gran Canaria que batió récord en la primera jornada fue el de San Bartolomé de Tirajana, donde se registraron precipitaciones de hasta 73,6 litros en la zona de Las Tirajanas.
La intensidad de las lluvias ha permitido que la mayoría de los barrancos comenzaran a correr de manera inmediata, por lo que casi todas las presas de la isla están recibiendo un aporte de caudal importante.
En La Aldea de San Nicolás los pluviómetros repartidos por el municipio llegaron a registrar en la primera jornada cantidades que varían desde los 41,3 l/m2 de la costa a los 63,2 del interior, cerca de las presas y barrancos adyacentes.
La sequedad del terreno provocó numerosos desprendimientos sobre carreteras, pistas y caminos que, en su mayoría, han sido despejadas.
La mayoría de cascadas y caideros del municipio dejaron estampas espectaculares en las que la gran protagonista ha sido el agua que, una vez más, ha hecho que el barranco de La Aldea esté desembocando en el mar.
El presidente de la Comunidad de Regantes de La Aldea, Juan José del Pino, manifestó su satisfacción y calificó estas primeras jornadas de la borrasca como el “adelanto de la Lotería de Navidad”, porque nuestros campos están muy necesitados.
Pese a la intensidad y a las escorrentías, mucha de esta agua está recargando los acuíferos de los que a veces nos olvidamos porque no los vemos, pero que también son de gran importancia, destacó Del Pino.
Estas primeras lluvias, que aún seguirán hasta el próximo domingo según la Agencia Estatal de Meteorología, suponen un alivio importante para los agricultores y ganaderos que tenían puestas todas sus expectativas en la llegada de las mismas y las miradas puestas en el cielo.