SU PRESENCIA EN LOS PAÍSES DEL MEDITERRÁNEO Y NORTE DE ÁFRICA HA DEJADO DE SER EXCLUSIVA.
La alarma se ha disparado. El viaje de expansión de la Tuta Absoluta la está convirtiendo en una plaga de “presencia mundial”. Parece ser que factores como el frío no le afectan en su viaje. Además cuenta con un gran aliado: el cambio climático.
Hace tiempo se sabía que Holanda estaba afectada por la presencia de la plaga, sin embargo parecía que estaba mucho más controlada. A veces, son los mercados los que dan la alarma antes que los mecanismos encargados de esta función. Estados Unidos ha cerrado sus fronteras a las producciones hortícolas de Holanda.
El viaje de la Tuta ha trascendido los Países Bajos (Holanda y Bélgica); en el sur de Francia también está causando estragos; todavía no hay constancia oficial de que esté en Inglaterra aunque en algunas webs temáticas británicas ya hablan de su presencia; en Irlanda hay una gran preocupación por el daño que podría causar a las producciones de papas, pero la Tuta está centrada en Europa.
Países como Rumanía, Hungría, Bulgaria, Polonia y algunas ex repúblicas soviéticas, ya conocen los estragos que causa y su mejor arma, hasta el momento, es el frío del invierno. Pero la alteración del clima provocada por el cambio climático no parece ser un arma segura.
Sin embargo, la zona más afectada sigue siendo España, Italia, Norte de África y Oriente Medio. En toda esta zona se está empleando la lucha biológica como la estrategia que mejor resultado está ofreciendo junto a la aplicación de productos fitosanitarios.
Nesidiocoris Tenuis y Macrolophus Caliginosus son los dos depredadores que mejor resultado están dando contra la polilla del tomate. Sin embargo, tanto laboratorios como empresas coinciden en la aplicación constante de medidas culturales en el laboreo para evitar su explosión.
En Canarias ya no se la conoce como la “polilla del tomate”, ya que los daños que ha causado a las plantaciones de papas han sido más que considerables. Este cultivo tradicional, al realizarse al aire libre, preocupa mucho a los agricultores y administraciones a las que se le plantea un problema de difícil solución.
Productores de papas en medianías han venido a describir el ataque de la Tuta en sus cultivos como “algo nunca visto, acaba con todo, de la mata a la papa, no deja nada”.