TRAS LA ENTREVISTA CON EL CONSEJERO DE AGRICULTURA, MANIFIESTAN ESTAR MÁS CONVENCIDAS AÚN DE SU REIVINDICACIÓN.
El cuarto día de huelga de hambre de las siete agricultoras aldeanas se presentaba como el posible para hallar solución a la demanda de los cumplimientos del Gobierno de Canarias, habida cuenta de la presión mediática que se ha producido.
Sin embargo, tras la reunión mantenida con el consejero de Agricultura, Juan Ramón Hernández, las siete mujeres de La Aldea han decidido continuar con la huelga de hambre “ya que el consejero no ha entendido qué hacemos aquí los cuatro días que llevamos”.
Las mujeres, que ya reflejan el desgaste de la no ingesta de alimentos y el pernoctar al raso, expusieron al consejero los motivos de la reivindicación y le solicitaron el abono de la deuda pendiente, como condición para deponer la huelga de hambre.
Por su parte, Hernández les comunicó que en cuanto a la partida de 2,5 millones de euros referentes a la ayuda a la hectárea del Plan Estratégico, el Gobierno no la reconocía, pero se comprometía a abonarles 500.000 euros.
En cuanto a los 3,5 millones de euros de las ayudas a la modernización, de los años 2010 y 2012, del Plan de Desarrollo Rural, el consejero se comprometió a pagar dos millones antes del 31 de diciembre.
Ante las propuestas de Hernández, la tensión y la indignación emergió en las mujeres que le pidieron cómo iban a alimentar a sus familias de aquí al 31 de diciembre. Además de que les explicara cómo harían frente a los créditos suscritos por las ayudas a la hectárea que ahora decía no reconocer.
El consejero respondió que él no podía hacer más y que también la administración del Estado tenía una deuda con el sector, en clara alusión a las ayudas al transporte del ministerio de Fomento.
Además, las mujeres le solicitaron una garantía para la continuidad y viabilidad del sector, tal como aprobó el Parlamento por unanimidad en un Plan Estratégico y una PNL de apoyo al sector. Si todo este “pariré” es real, demuéstrelo con una ayuda que permita compensar el elevado coste de producción y así sobrevivir miles de familias.
Hernández respondió que lo estudiaría, pero que esta medida debía contar con el beneplácito de Europa.
En su ánimo de lograr deponer la huelga de hambre de las mujeres, el consejero se ofreció a gestionar una cantidad de diez mil euros a cada una, para lo cual contactaría con el presidente de la cooperativa COAGRISÁN.
A la oferta planteada, las mujeres le contestaron que no estaban “jugándose la salud” solo por ellas, sino que, por si aún no lo había entendido bien, están aquí por el futuro de todo un pueblo.
El consejero las despidió pidiéndoles encarecidamente que abandonaran la huelga de hambre, y que él se comprometía a trasladarse a La Aldea para mantener el contacto. Laura Martín le respondió que no se preocupara por tomar la carretera, ya que ellas seguirían en la plaza y se podía ahorrar el coche oficial.
Tras salir de la reunión las siete agricultoras estaban abatidas. Los familiares y amigos que las recibieron fueron testigos de la decepción e indignación, así como de la determinación de continuar con la huelga de hambre hasta las últimas consecuencias.
No nos merecemos este trato. Desde la distancia pensábamos que quienes nos gobiernan eran otro tipo de personas, pero aquí, en el tajo, es cuando descubrimos verdaderamente lo que son, sentenció Fayna Ramírez.
Rápidamente, desde que se difundió la decisión, el campamento de la protesta se ha convertido en un ir y venir de decenas de ciudadanos que acuden a mostrarles su apoyo y a felicitarlas por este acto de valentía.