Estudiantes de postgrado de la Universidad de Mie, Japón, han producido un biocombustible a partir de mandarinas de la región.
Los investigadores de la Escuela de Postgrado de Biorrecursos de la Universidad, fermentaron fruta descompuesta y fruta sin vender, y planean comercializar la técnica en los próximos dos o tres años.
JA Mie Nanki, que representa el grupo de Cooperativas Agrícolas de Japón en la prefectura, dice que alrededor de 150 toneladas de cosecha se desecha cada año en Mihama, donde está asentado el grupo, y en la vecina Kumano. Dos tercios terminan siendo incinerados, lo que cuesta alrededor de 2,5 millones de yenes.
Los investigadores produjeron alrededor de 20 mililitros de biobutanol, a partir de 3 kg de desecho de mandarinas agregando bacterias y dejando que la mezcla fermente cerca de 10 días.
El pasado septiembre, el equipo demostró que el producto era viable como combustible cuando lo probaron en un vehículo de 80 cm controlado por radio, en reemplazo de la gasolina.
Anteriormente los investigadores habían producido etanol a partir de extracto de jugo de mandarina. Pero el butanol es más eficiente que el etanol ya que sus propiedades son similares a las de la gasolina.
Sin embargo, la tecnología usada en el proceso de fermentación aún se mantiene en desarrollo, por lo que el uso de mandarina como biocombustible no está muy difundido todavía.
Los investigadores creen que un uso para el biobutanol podría servir como combustible para equipamiento agrícola y para la calefacción de invernaderos.
Sin embargo, el proceso produce desechos que requieren a su vez ser eliminados. El equipo está considerando actualmente formas para abordar esta última dificultad.