El acuerdo TTIP permitiría la entrada de alimentos producidos con sistemas prohibidos en la UE a precios muy inferiores a los comunitarios, afirman.
Los sectores ganaderos españoles aseguran que los ganaderos europeos están abocados a la ruina si se mantienen los distintos modelos regulatorios de los Estados Unidos y la Unión Europea en un mercado único.
Las próximas rondas de negociaciones entre la Unión Europea y Estados Unidos para la firma del Acuerdo Transatlántico para el Comercio y la Inversión (TTIP por sus siglas en inglés) marcarán el futuro del sector ganadero europeo, según los sectores ganaderos y afines españoles, que, preocupados ante los riesgos del Acuerdo TTIP, han emitido el siguiente comunicado:
“Un acuerdo con este planteamiento coloca en una situación profundamente desequilibrada e injusta a los productores comunitarios, que aplican el exigente Modelo de Producción Europeo, con importantes sobrecostes en relación con el modelo de Estados Unidos.
Los principales costes regulatorios para los ganaderos comunitarios son:
- La UE limita la utilización de las nuevas tecnologías de Organismos Genéticamente Modificados (OGMs) para la producción de materias primas destinadas a la alimentación animal. En EE.UU. estas nuevas tecnologías se emplean de forma generalizada, incrementan la productividad al menos un 15% y reducen los costes en fitosanitarios, herbicidas, labores de cultivo, etc.
- La UE no permite utilizar promotores de crecimiento (hormonas, antibióticos y otros) en producción animal, mientras que los EE.UU. sí. Así el índice de conversión mejora en EE.UU. hasta un 15-20% en vacuno, en producción de carne de cerdo el coste se reduce 2 €/100 kg de carne producida y en carne de pollo, unos 0,8 céntimos de euro/kg. de peso vivo.
- La UE limita el abastecimiento de materias primas estableciendo unos niveles de presencia de residuos (LMR) de fitosanitarios y aflatoxinas en materias primas inferiores a los aceptados en EE.UU. Esto impide el aprovisionamiento del mercado comunitario desde orígenes tradicionales como Argentina.
- La UE es muy restrictiva en la regulación de uso de aditivos y medicamentos veterinarios respecto de EE.UU. Esta asimetría, en función de la especie, impone un coste por el mayor uso de tratamientos preventivos y los controles.
- La UE obliga al ganadero comunitario a contratar la gestión de los subproductos de origen animal con un coste que, en el caso de la carne de cerdo y vacuno, alcanza los 1,8 €/100 kg de carne y por vaca nodriza 23 € en concepto de retirada de cadáveres.
- La UE prohíbe el empleo de subproductos de origen animal (proteínas animales transformadas, sebo y grasas y estiércol de ave), en la alimentación de animales de consumo, mientras que en EE.UU. están autorizados, lo que reduce un 2% el coste del pienso compuesto.
- La UE no permite la utilización de la hormona somatotropina bovina (BST), que potencia la producción láctea incrementando de media un 16% la producción en EE.UU.
- La UE impone normas sobre seguridad alimentaria y sanidad animal en la producción que añaden costes por los controles sanitarios, eliminación de animales positivos, análisis obligatorios, gestión de incidencias, gastos administrativos por registros y trazabilidad, entre otros. Por ejemplo, en la producción de carne de pollo el coste de controlar la salmonela asciende a 1,1 €/100 kg de peso vivo.
- La UE prohíbe el tratamiento de la carne de ave por cloración, que en EE.UU.se emplea de forma generalizada. Incrementa los costes de manejo de las canales en los mataderos comunitarios.
- La UE tiene regulaciones sobre medio ambiente que afectan a la autorización de las granjas, al uso del estiércol, a la reducción de emisiones de gases y a la gestión de residuos. Afectan principalmente a las producciones avícola y porcina (el sobrecoste de la producción de huevos es un 2,2%, en la de carne de ave, 0,8 céntimos de euro por kg de peso vivo y en el sector porcino 6,10 €/100 kg.).
- La UE impone la trazabilidad a lo largo de la cadena: identificación de los animales y productos, mantenimiento de registros, emisión de guías y certificados y marcado individual de canales y huevos. El coste asciende a 130 €/1000 gallinas al año, y 17,8 €/vaca nodriza y 3 €/100 kg de carne en el sector porcino.
- La UE aplica una amplia legislación sobre bienestar animal en granja, durante el transporte y el sacrificio, entre otras. Supone un incremento del 6,7% del coste de producción de huevos y en el sector porcino 0,70 €/100 kg. de carne.
La diferencia de costes hace imposible para los ganaderos comunitarios competir en un futuro mercado abierto que mantenga dos modelos regulatorios tan diferentes, ya que beneficia a las producciones más baratas, que son las de EE.UU.
Esta conclusión resulta clara para los negociadores de EE.UU., que han publicado recientemente sus previsiones de incremento de las exportaciones a la Unión Europea en el informe Agriculture in the Transatlantic Trade and Investment Partnership: Tariffs, Tariff-Rate Quotas, and Non-Tariff Measures.
Firmar un acuerdo manteniendo las diferencias existentes entre los dos modelos regulatorios, coloca a los ganaderos y a los consumidores europeos en una situación profundamente injusta e inaceptable porque permitirá la entrada en el mercado de alimentos producidos sin las exigencias comunitarias y a precios inferiores, lo que abocaría a los sectores ganaderos a la ruina.
Las asociaciones firmantes no están en contra del TTIP si se adopta un único modelo regulatorio (igual, no “equivalente”). Mientras tanto, los subsectores de vacuno de carne y leche, carne de porcino y ave y de producción de huevos (que representan únicamente el 0,47% del PIB de la Unión Europea) consideran justa su exclusión del TTIP.
El Tratado CETA UE-Canadá, y el TPP, precedentes a considerar en la negociación del TTIP.
Canadá ha firmado recientemente acuerdos de libre comercio con la UE (denominado CETA -Comprehensive Economic and Trade Agreement-), y el Trans Pacific Partnership Agreement (TPP). En ambos casos ha tenido la precaución de proteger a sus sectores ganaderos considerados más sensibles. La Unión Europea debe tomar ejemplo y proceder en consecuencia.
Las Organizaciones firmantes son: ANPROGAPOR. Asociación Nacional de Productores de Ganado Porcino – ASAJA. Asociación Agraria Jóvenes Agricultores – ASEPRHU. Asociación Española de Productores de Huevos – ASOPROVAC. Asociación Española de Productores de Vacuno de Carne – PROPOLLO. Organización Interprofesional de la Carne de Pollo del Reino de España – COOPERATIVAS AGRO-ALIMENTARIAS DE ESPAÑA – AECEC. Asociación Española de Comercio Exterior de Cereales y Productos Análogos – UNISTOCK ESPAÑA. Asociación Europea de Almacenistas Portuarios de Granos, Cereales y sus derivados – UPA. Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos