Dos patentes sobre el brócoli y el tomate han provocado la preocupación de los productores europeos.
Los detractores sostienen que las características especiales no fueron inventadas, sino que se encontraban en la planta madre.
Así, el Comité de Organizaciones Profesionales Agrícolas, Copa y la Confederación General de Cooperativas Agrarias en la Unión Europea, Cogeca, han advertido contra el uso de patentes en el sector de la agricultura de la UE en un seminario celebrado sobre las patentes y los derechos de obtentor en Bruselas, señalando que esta apuesta se traducirá en menos productos y variedades y costos adicionales.
Asimismo, se ha recalcado la preocupación de las dos últimas patentes, sobre el brócoli y el tomate, que no son fruto de la investigación artificial, sino que sólo potencia características naturales que ya estaban en esos productos.
En su intervención en el evento, el Presidente del Grupo de Trabajo del Copa-Cogeca de semillas, Thor Kofoed, fue muy claro al señalar que “un sistema de patentes en el sector de la agricultura de la UE no va a ayudar a los agricultores a obtener una mejor variedad de cultivos adaptados a las condiciones locales. En su lugar, dará lugar a menos productos y menos variedades y costos adicionales”.
En esta línea, Thor Kofoed señaló que en Copa y la Cogeca están “muy preocupados por el aumento del número de patentes concedidas a las plantas“.
Kofoed, se refirió a la reciente decisión de la Cámara de Recursos de la Oficina Europea de Patentes (OEP), que reconoce dos patentes: una de una empresa británica de brócoli que contiene una sustancia anti-cancerígena amargo, y otro de una compañía israelí de ‘arrugada’ tomates que tienen un contenido de agua reducida.
Pero el Copa-Cogeca advierte que las características específicas de estos brócoli y las plantas de tomate no fueron inventados o fabricados artificialmente. “Estaban presentes en las plantas madre salvajes y son el resultado de prácticas de cruce y selección, que son esencialmente procesos biológicos”.
Por esta razón, el Copa-Cogeca está muy “preocupado de que esta decisión extiende el alcance de la patente a todas las plantas de brócoli y tomate que tienen estas características. Esta protección significa que todas las empresas que producen variedades con las mismas características tendrán que obtener una licencia del titular de la patente”.
Para la organización europea, “esto supone un riesgo tanto para los agricultores como para la sociedad en general. Se podrían poner en peligro los avances en la cría, y disminuir la innovación y la biodiversidad, lo que repercute en el aumento de la consolidación en la industria de semillas. Dados los altos costos legales asociados con las patentes, así como los altos costos de transacción de licencias, sólo un número limitado de grandes empresas se las arreglan para sobrevivir”.